Preoperatorio
Para saber si tiene obesidad, tendrá que calcular el Índice de Masa Corporal (IMC). El IMC es una relación entre el peso y la estatura, que se utiliza para estimar las grasas totales en su cuerpo. Puede proporcionarle una idea de si está obeso, tiene sobrepeso o se encuentra en un peso saludable para su altura.
Se calcula a partir de la fórmula: peso(kg)/talla(m2).
En el siguiente enlace encontrará una calculadora online para conocer su IMC:
Clasificación del estado ponderal:
IMC | Clasificación |
< 18.5 | Peso insuficiente |
18.5 - 24.9 | Normopeso |
25 - 26.9 | Sobrepeso Grado I |
27 - 29.9 | Sobrepeso Grado II (Preobesidad) |
30 - 34.9 | Obesidad de Tipo I |
35 - 39.9 | Obesidad de Tipo II |
40 - 49.9 | Obesidad de Tipo III (Mórbida) |
> 50 | Obesidad de Tipo IV (Extrema) |
- Puede ayudar a disminuir su tensión arterial y sus niveles de colesterol, lo que puede reducir el riesgo de enfermedad cardíaca e ictus
- Puede reducir el riesgo de desarrollar diabetes o, si ya la tiene, podría ayudarle a controlarla mejor
- Puede mejorar el dolor de espalda y articulaciones
- Puede reducir el riesgo de desarrollar determinados tipos de cáncer
- Puede mejorar su movilidad
- Puede mejorar la fertilidad
- Puede reducir la falta de aliento
- Puede ayudar a mejorar su estado de ánimo y su autoestima
Objetivos de cambio
Es importante elegir objetivos específicos, mejor que una idea vaga. Por ejemplo, “saldré a pasear al perro cada dos días” es mejor que “haré más ejercicio”.
Consulte sus objetivos de cambio con frecuencia y evalúe su progreso. ¡Sea honesto! Recuerde que cada acción que emprende le acercará o le alejará de sus objetivos.
Los pilares en el tratamiento de la obesidad son la alimentación saludable y la actividad física. Sin embargo, hay casos en los que, a pesar de haber cambiado el estilo de vida, no es suficiente para combatir la obesidad y se necesitan otras líneas de actuación, como son los fármacos y la cirugía bariátrica (alteración quirúrgica del estómago, intestino o ambos, para el tratamiento de la obesidad).
Si has llegado a este punto, posiblemente sea porque estás a la espera de dicha cirugía o tienes mucha curiosidad sobre ella. Es importante que sepas que necesitas hacer una preparación alimentaria previa a la cirugía, y que te explicaremos todo en una sesión grupal con el equipo de dietética unas semanas antes de la intervención.
Será necesario realizar una dieta de muy bajo contenido calórico (VLCD) entre 10 y 15 días antes de la intervención. Esta dieta especial debe ser completamente líquida, basada principalmente en batidos hipocalóricos que sustituyen las comidas principales (disponibles en farmacias).
Entre comidas, tomarás yogur natural o leche semidesnatada. También podrás tomar infusiones y caldos vegetales.
Te pedimos que sigas esta dieta tan estricta porque se ha comprobado que aporta grandes beneficios para el correcto desarrollo de la cirugía que te van a realizar:
- Pérdida del 5-10% del peso (pre-CB)
- Reducción del tamaño del hígado en un 6%
- Disminución de las complicaciones postquirúrgicas en general.
- Aumento de la pérdida ponderal post-CB.
- Mejora de los factores de riesgo cardiovascular.
- Mejora en el control de la Diabetes Mellitus tipo 2.
Dado que comenzar esta VLCD de golpe puede ser demasiado brusco para ti, te proponemos que, en los días previos, empieces sustituyendo las cenas por este batido hipocalórico líquido. Especialmente, si tu peso ha aumentado respecto al peso que tenías cuando entraste en lista de espera.
Debes tener en cuenta que, después de la cirugía, tu estómago será muy pequeño y tendrás que cambiar muchos de los hábitos que tienes ahora.
Para irte preparando para el cambio, te aconsejamos:
- Realiza 5-6 ingestas de pequeñas cantidades al día. Tu estómago pasará a ser de 150-200 ml.
- Bebe agua a pequeños sorbos. Después de la intervención, notarás que el agua cae muy pesada; es normal. Intenta acostumbrarte poco a poco a esta nueva forma.
- Acostúmbrate a comer despacio. Dedica al menos 20 minutos a cada comida. Toma pequeños bocados, corta bien los alimentos y no pinches más de dos veces a la vez. No llenes toda la boca de comida y saborea lentamente los alimentos.
- Te aconsejamos que dejes el consumo de alcohol y tabaco antes de la intervención. El tabaco aumenta el riesgo de tromboembolismo durante la intervención y, después de esta, se asocia con problemas gástricos y digestivos. El alcohol tiene un gran efecto en el organismo. Te recomendamos evitar su consumo.
- Intenta evitar desde ahora el consumo de alimentos que promueven la obesidad, como los alimentos azucarados y ricos en grasas saturadas.
Ten en cuenta también todas estas consideraciones:
- Te recomendamos que inicies la suplementación vitamínico-mineral. Aunque su uso es obligatorio después de la cirugía bariátrica, también es muy recomendable antes de esta. Llegar a la cirugía con niveles óptimos de vitaminas y minerales será muy beneficioso para ti. Recuerda que estas vitaminas son indispensables después de la CB y que es un tratamiento crónico. Lamentablemente, la sanidad pública no lo cubre. Por lo tanto, cada persona operada de CB deberá asumir el coste.
- Para no dañar la cirugía, tendrás que tomar todas las pastillas trituradas durante el primer mes. Las cápsulas se podrán abrir. Si es posible, elige opciones en sobre o bucodispensables. Habla con tu médico de cabecera para ver qué opciones tienes.
Si quieres que te expliquemos todos estos consejos de una forma más amena, mira este vídeo:
- comprender el impacto que puede tener la obesidad en su salud y bienestar.
- reconocer los trastornos que pueden asociarse a la obesidad, para que pueda gestionar y mejorar los riesgos.
¿Qué es la cirugía Bariátrica?
La obesidad es una enfermedad compleja y grave. Actualmente se puede considerar como una verdadera epidemia por la difusión en todos los países. En la mayoría de los casos, un tratamiento médico o cambios del estilo de vida pueden no ser suficientes para lograr y mantener una correcta pérdida de peso.
En ese contexto, la cirugía bariátrica comprende todas la técnicas quirúrgicas que se realizan para obtener una pérdida de peso. Numerosos estudios, realizados en todo el mundo a lo largo de más de 40 años, coinciden en que la cirugía bariátrica es el tratamiento líder en pérdida de peso y resolución de las comorbilidades en pacientes con obesidad.
Los procedimientos quirúrgicos más frecuentes son los descritos a continuación.
La liposucción, un procedimiento estético para eliminar la grasa superifcial, no es una técnica de cirugía bariátrica, ya que no garantiza la resolución de las comorbilidades (tener varias enfermedades a la vez) ni la pérdida de peso mantenida.
¿Cómo puede ayudar la cirugía bariátrica?
El objetivo principal de la cirugía bariátrica es obtener una satisfactoria y duradera pérdida del peso en exceso de cada paciente.
Al mismo tiempo, otro objetivo fundamental es la mejoría del estado metabólico de los pacientes intervenidos, con mejoría, remisión y hasta resolución completa de las principales enfermedades relacionadas con la obesidad como:
- Mejoría de la glucemia en la diabetes tipo 2
- Reducción de la tensión arterial y el riesgo de tener problemas cardíacos
- Reducción de la necesidad de respiración asistida en la apnea del sueño
Sin embargo, la cirugía bariátrica es una herramienta, no una solución mágica. La operación marcará el inicio de una fase totalmente nueva de su vida, que requerirá cambios permanentes en su manera de comer. Solo puede funcionar si está dispuesto a hacer estos cambios y asistir a todas las citas de seguimiento. Los resultados de la cirugía bariátrica, con el compromiso del paciente, permiten lograr resultados excepcionales de pérdida de peso hasta después de 10 años tras la cirugía.
¿Soy candidato para la cirugía bariátrica?
Un equipo especilizado en cirugía bariátrica puede determinar si es un candidato adecuado.
- Tener un índice de masa corporal (IMC) de 40 o más
- Tener un IMC de 35 o más, junto con problemas médicos relacionados con la obesidad, como por ejemplo diabetes tipo 2, problemas cardíacos, problemas articulares o apnea del sueño
- Tener un IMC de 30 o más y que le hayan diagnosticado diabetes tipo 2 en los últimos 10 años
- Haber intentado previamente perder peso bajo supervisión médica (es decir, con dieta, ejercicio y medicación) pero no haber sido capaz de mantener la pérdida de peso
- Estar dispuesto a comprometerse de por vida a asistir a las citas de seguimiento y seguir los consejos dietéticos y de ejercicio
- Estar preparado para tomar los suplementos vitamínicos recomendados y hacerse análisis de sangre anuales de por vida
- Que no existan motivos médicos por los que la cirugía no sea adecuada o segura
- Que no existan motivos psicológicos por los que la cirugía no sea adecuada
- No estar abusando del alcohol ni tomando drogas
- Estar preparado para dejar de fumar antes de la cirugía
¿Se me indicará una cirugía?
No a todos los pacientes se les indica una cirugía.
Hay muchos factores que influyen en la decisión del equipo multidisciplinar sobre las opciones de tratamiento.
Criterios básicos y necesarios para que sea valorado como candidato a cirugía bariátrica son:
- Asistencia regular a las consultas
- Mejora de la alimentación siguiendo los consejos de los equipos de nutrición
- Demostrar su grado de compromiso logrando una pérdida de peso preoperatoria (normalmente mínimo el 5% de su peso corporal)
- Realizar correctamente actividad física para mejorar su recuperación postoperatoria
¿Cómo funciona la cirugía bariátrica?
Para comprender cómo funciona la cirugía bariátrica, es útil entender el funcionamiento normal del aparato digestivo, con sus hormonas y sus órganos.
- La 'restricción', que consiste en una reducción del tamaño del estómago que comporta una menor capacidad de ingesta y se asocia también a modificaciones de las hormonas que controlan el hambre, el apetito y la sensación de saciedad.
- La 'hipoabsorción; que consiste en la reducción de la cantidad de calorías que se absorben después de las comidas y se asocia también a modificaciones de las hormonas que controlan el hambre, el apetito y la sensación de saciedad.
Todos estos efectos, juntos, contribuyen en las mejoras metabólicas que permiten curar las patologías relacionadas con la obesidad (diabetes tipo 2, hipertensión, etc).
BYPASS GÁSTRICO
En un bypass gástrico, el cirujano crea una pequeña bolsa gástrica que se conecta directamente a la parte media del intestino delgado. Cuando usted come, la comida se acumula rápidamente en la bolsa. La bolsa se llena con una pequeña cantidad de comida y rápidamente la parte superior del estómago manda señales al cerebro indicando que está lleno.
Su apetito también se reduce porque el contenido de la bolsa gástrica se vacía directamente en el intestino delgado, el cual libera más hormonas intestinales que también envían mensajes al cerebro para reducir el hambre y aumentar la sensación de saciedad.
La comida evita la 1ª parte del intestino delgado y se digiere en un estadio posterior al habitual. Además, el cuerpo absorbe menos nutrientes y calorías. Este procedimiento se realiza normalmente por vía laparoscópica como "cirugía mínimamente invasiva".
Ventajas
- Rápida pérdida de peso el primer año
- Mayor pérdida de peso total en comparación con otros procedimientos
- Gran cantidad de evidencia publicada sobre este procedimiento y sus efectos positivos en la salud
- Mejora de la diabetes tipo 2
- Mejora de la apnea del sueño
- Mayor esperanza de vida en comparación con las personas con un MC similar que no se someten a cirugía
Inconvenientes
Puesto que el bypass gástrico cambia la anatomía del cuerpo y el proceso digestivo, hay riesgo de complicaciones y efectos secundarios. Su riesgo individual depende de su edad y de cualquier otra enfermedad que tenga. Esto deberá tratarlo en detalle con su cirujano.
¿Qué resultados puedo esperar?
- Al año después de la cirugía, muchos pacientes han perdido aproximadamente un 77% de su exceso de peso. Los estudios científicos muestran que los pacientes mantienen su pérdida de peso de 10 a 14 años después de la cirugía.
- En la mayoría de los casos, los pacientes refieren una clara sensación de saciedad y una reducción del apetito.
- Mejor calidad de vida.
- Mejora de la salud.
- Normalmente hay una mejora notable de la glucemia en pacientes con diabetes tipo 2 y, con frecuencia, la medicación puede reducirse o incluso detenerse. En el informe de NSBR (2014), a los 3 años después de la cirugía, el 80 % de los pacientes no necesitaron la medicación antidiabética. No obstante, es importante que esto sea monitorizado por su equipo médico. Debe continuar con sus revisiones anuales de diabetes y una revisión ocular de por vida.
- La apnea del sueño también mejora y un 61% de los pacientes pudieron dejar el tratamiento un año después de la cirugía.4 Es posible que pueda dejar la respiración asistida una vez haya perdido peso, pero su equipo médico debe evaluarlo antes.
Complicaciones de la cirugía (menos del 5% de los pacientes)
- Infección, de la cicatriz o de tórax.
- Hemorragia.
- Coágulos de sangre en piernas o pulmones.
- Fuga en la sutura o la línea de grapas que podría necesitar repararse.
- Hernia de la pared abdominal.
- En la fase de pérdida de peso rápida, posible pérdida o debilitamiento del cabello, que normalmente vuelve a crecer.
- Posible estrechamiento o estenosis del nuevo estómago en el lugar en el que se ha insertado el intestino.
- Puede aparecer piel flácida en la fase de pérdida de peso rápida.
- Ocasionalmente pueden desarrollarse cálculos biliares.
- Otros efectos:
- Se puede dar síndrome de vaciamiento rápido. Este desagradable síntoma puede ocurrir si come alimentos ricos en azúcar, y se asocia con desmayo, sudores, náuseas, vómitos y/o diarrea.
- Posible carencia de vitaminas y minerales. En este caso necesitará complejos vitamínicos diariamente y puede que necesite inyecciones de vitamina B12 cada 3 meses.
- Se han comunicado cambios en el estado de ánimo.
GASTRECTOMÍA VERTICAL
En una gastrectomía vertical, se extirpa alrededor del 75% del estómago, dejando un estómago más pequeño en forma de manga. Esto hace que pueda comer sólo una cantidad pequeña cada vez y que se sienta lleno antes. El procedimiento de gastrectomía vertical elimina la parte del estómago que produce la hormona responsable del hambre (grelina). Después de este procedimiento, muchos pacientes sienten menos hambre, y se sacian antes y durante más tiempo después de una comida.
Se realiza normalmente por vía laparoscópica como "cirugía mínimamente invasiva". Se trata de una operación no reversible puesto que parte del estómago se extirpa y se elimina.
Ventajas
Una reducción significativa del tamaño del estómago, pero sin cambios en el intestino, de modo que se reduce ligeramente el riesgo de carencia de vitamina B12 después de la operación en comparación con el bypass gástrico.
- Puede ser técnicamente más sencillo en algunos pacientes.
- Rápida pérdida de peso el primer año.
- Mejora la salud, incluida la diabetes tipo 2, y la apnea del sueño.
- Los pacientes han logrado una pérdida del exceso de peso de entre el 50 y el 80% a los dos o tres años después de la cirugía.
- Mejor calidad de vida.
- Mejor salud, incluida la diabetes tipo 2, y la apnea del sueño.
Complicaciones de la cirugía (3% o menos de casos)
- Infección, de la cicatriz o del tórax.
- Hemorragia.
- Coágulos de sangre en piernas o pulmones.
- Puede haber una fuga en la sutura o la línea de grapas, que podría necesitar repararse.
Complicaciones a largo plazo (3% de los casos)
- Hernia de la pared abdominal.
- Se puede dar un estrechamiento o estenosis del estómago que podría causar problemas al comer.
- Esto puede solucionarse por sí solo o podría necesitar ensancharse con anestesia local.
- Puede aparecer piel flácida en la fase de pérdida de peso rápida.
- En la fase de pérdida de peso rápida, posible pérdida o debilitamiento del cabello, que normalmente vuelve a crecer.
- Ocasionalmente pueden desarrollarse cálculos biliares.
- Otros efectos
- Síndrome de vaciamiento rápido, pero puede ser menor que con el bypass gástrico (ver la explicación de este síndrome en la sección sobre bypass gástrico).
- Carencia de vitaminas y minerales.
CRUCE DUODENAL (DS) y CRUCE DUODENAL MODIFICADO (SADI-S)
Las dos técnicas quirúrgicas se realizan por ‘laparoscopia’ (con pequeños agujeros en la pared abdominal de 5 o 10mm). El primer paso de estas cirugías es la realización de una gastrectomía vertical, que es la componente restrictiva de la técnica. Sucesivamente, se completa la cirugía con la componente hipoabsorptiva de forma diferente.
- En el Cruce duodenal (DS): se ealizan dos conexiones, una entre estómago e intestino y la otra entre intestino, dejando un tramo intestinal común (donde se absorben el 100% los nutrientes y las calorías) de 1 metro, y un canal alimentario (donde se absorben menos los nutrientes y las calorías) de 2 metros.
- En el Cruce modificado (SADIS): se realiza solo una conexión entre estómago e intestino dejando un tramo intestinal común (donde se absorben al 100% os nutrientes y las calorías) de 3 metros.
Las ventajas de estas cirugías son sobre todo la eficacia en términos de pérdida de peso y mantenimiento de la pérdida de peso durante muchos años y la resolución de las patologías relacionadas con la obesidad. Las desventajas son la mayor complejidad técnica que aumenta el riesgo quirúrgico y los posibles déficit nutricionales que pudieran ocurrir en los años post cirugía.
BYPASS GÁSTRICO DE UNA ANASTOMOSIS
Es una variante simplificada del bypass gástrico normal, ya que en esta versión, solo se realiza una conexión entre el reservorio del estómago (la bolsa pequeña de estómago que se crea al principio de la cirugía como en el bypass) y el intestino. Los mecanismos de acción de esta técnica son los mismos que en bypass gástrico normal, pero se considera técnicamente más simple. La mayor desventaja de esta técnica es el posible riesgo de reflujo biliar en el estómago, por lo que es necesario un estricto seguimiento postoperatorio en el caso de aparición de síntomas del mismo.
Las pruebas deben haberse realizado, generalmente, dentro de los 6 meses previos a la cirugía con un máximo de un año. Las pruebas que le realizarán para la intervención son:
Análisis de sangre. Le harán una analítica básica en la que seguramente se pedirá:
- Hemograma. los tres parámetros más importantes son:
- Hemoglobina (medida indirecta de los glóbulos rojos): sirve para comprobar que no esté anémico antes de someterse a una cirugía en la que se pueden producir pérdidas sanguíneas.
- Leucocitos (conocidos como glóbulos blancos): sirve para comprobar que tiene un correcto nivel de defensas (no deben estar por debajo de los valores normales) y para descartar que no haya ningún proceso infeccioso (no deben estar por encima de los valores normales).
- Plaquetas: participan en el proceso de la coagulación y ayudan a reparar los vasos sanguíneos cuando se lesionan para evitar el sangrado.
- Coagulación: sirve para comprobar que los distintos factores que intervienen en la coagulación funcionan correctamente. Estas pruebas pueden estar alteradas si se toma tratamientos anticoagulantes (por ejemplo, sintrom®) o si se tiene una función hepática incorrecta
- Bioquímica: se solicitarán algunos parámetros para ver la función renal, enzimas hepáticas, iones como el sodio y el potasio y la glicemia. Dado que se suele pedir la glicemia, es conveniente realizar la analítica en ayunas
Radiografía de tórax. Se realiza para evaluar:
El pulmón y la pleura.
El corazón.
Electrocardiograma: Permite comprobar el ritmo cardíaco y descartar distintos tipos de arritmia.
Pruebas específicas, si tiene otras enfermedades
Con los resultados de las pruebas preoperatorias se le programará una visita con el anestesiólogo para comprobar que todo está correcto antes de la cirugía.
Plan de la visita:
Realizar un documento preoperatorio en el que se recoge:
- Las alergias a medicamentos, alimentos o sustancias como el látex. Aporte los informes que tenga si se las han estudiado.
- Los hábitos tóxicos: si fuma, bebe alcohol o consume drogas. Es aconsejable dejar estos hábitos en las 4 semanas previas a la intervención y completamente mínimo 10 días previos a operarse, ya que disminuye el riesgo de complicaciones.
- Los antecedentes patológicos: todas las enfermedades que padece o haya sufrido.
- Los antecedentes quirúrgicos: los tipos de cirugía y anestesia que le han realizado previamente y si ha habido algún problema. En este momento es importante que explique si ha presentado vómitos o náuseas postoperatorios o si es una persona que se marea con facilidad. Es muy poco frecuente vomitar en el postoperatorio, pero en algún caso puede ocurrir y es preferible avisar a su anestesiólogo para que le administre fármacos especiales preventivos para las náuseas y vómitos.
- La medicación habitual que se toma: es frecuente que su anestesiólogo pueda visualizar esta medicación en el ordenador, pero en ocasiones no está actualizada, así que es recomendable llevar preparada la medicación que toma, el horario y la cantidad.
- Se recogerán los resultados de las pruebas complementarias previamente realizadas.
- Estudio de la vía aérea: le realizará una serie de pruebas, como abrir la boca, ponerse de lado o estirar el cuello hacia arriba. Esto se realiza para evaluar la facilidad o no de colocar el tubo orotraqueal necesario para respirar durante una anestesia general.
- Le preguntarán su peso, su talla y la edad para realizar los cálculos de las dosis de los diferentes fármacos que se administran para realizar una anestesia.
Se le explicarán los diferentes tipos de anestesia que pueden realizarle: en el caso de la gastrectomía, es necesaria una anestesia general. También puede realizarse algún tipo de bloqueo nervioso para disminuir el dolor en el postoperatorio. Tenga en cuenta que normalmente le atenderán diferentes anestesiólogos; uno para realizar el preoperatorio y otro que le anestesiará en quirófano. Este segundo será quien tomará la decisión última del tipo de anestesia a realizar.
Le darán un consentimiento informado específico según el cual acepta ser anestesiado: seguramente previamente, también haya firmado el consentimiento según el cual acepta la cirugía que le van a realizar.
En función de la medicación que tome, se le darán unas pautas si hay alguna medicación que deba dejar previamente: Algunos de los fármacos que suelen suspenderse son anticoagulantes y/o antiagregantes como el sintrom®, Pradaxa®, xarelto®, plavix® , adiro® (este último, a veces no se suspende)... Es importante que esta medicación la suspenda exactamente como le recomiende su anestesiólogo, ya que esto hará que no tenga riesgo de sangrado excesivo durante la cirugía ni de formar trombas ( coágulos) en los vasos sanguíneos que le pueden ser perjudiciales.
Le explicarán el ayuno previo que debe realizar: generalmente, se recomienda no tomar nada sólido durante las 6 horas previas a la cirugía. En algunos casos sí puede tomar su medicación habitual con un trago pequeño de agua, si es que así se lo indican.
Usted puede tener anemia (falta de hierro) en el momento del diagnóstico, como consecuencia de su enfermedad o por otras razones crónicas. En caso de que su análisis de sangre muestre anemia, es posible que necesite distintos tratamientos para mejorar su condición antes de la cirugía. El tratamiento puede ser oral o intravenoso. En caso de que necesite tratamiento de hierro intravenoso, se realizará de forma ambulatoria en el Hospital de Día.