Preoperatorio
La colectomía es un procedimiento quirúrgico en el que se extrae todo el colon o parte del mismo. El colon, parte del intestino grueso, es un órgano largo con forma tubular en el extremo final del tubo digestivo. La colectomía puede ser necesaria para tratar o prevenir enfermedades y afecciones que afectan al colon.
¿Qué es el colon?
El colon también conocido como “intestino grueso”, es un órgano largo con forma tubular que comunica la “intestino delgado” (donde se lleva a cabo la absorción de nutrientes) con el recto (que participa en la defecación).
Su función principal es absorber el líquido de las heces y convertirlas en sólidas.
Las enfermedades que afectan al colon y que requieren intervenciones quirúrgicas son complejas.
Para ayudarle a vivir con menos dificultades, un equipo de diferentes profesionales trabajará coordinadamente con usted.
Tras valorar riesgos y beneficios, el cirujano colorrectal le explicará, de forma individualizada, las diferentes opciones de tratamiento y cuál es la que mejor se adecua a su caso. Para ello, tendrá en cuenta las características de su lesión y su estado de salud. También tendrá la oportunidad de resolver las dudas que pueda tener.
Es posible que el cirujano que le visite en la consulta, lo que le haga la operación y lo que le visite en la planta no sea el mismo. En cualquier caso, todos estos cirujanos son miembros del propio equipo y comparten la información de su caso, tanto antes de su intervención como durante el ingreso.
Los temas que le explicarán serán los siguientes:
- ¿Qué es una colectomía?
- ¿Qué tipos de colectomía existen?
- ¿Se puede reconstruir el tránsito intestinal o hacer una ostomía?
- ¿Cuáles son los tipos de abordaje quirúrgico?
- ¿Cuáles son los riesgos de la cirugía?
- Consentimiento informado.
¿Qué es una colectomía?
La colectomía es un procedimiento quirúrgico con el que se extirpa parte del colon totalmente o, en ocasiones, parcialmente.
La colectomía se puede realizar para tratar enfermedades y trastornos que afectan al colon:
- Patología benigna: Enfermedad inflamatoria intestinal (la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa), enfermedad diverticular, prolapso de recto, estreñimiento
- Patología maligna: Neoplasia de colon
¿Qué tipos de colectomía existen?
- Hemicolectomía: extirpación del colon ascendente (parte derecha) o colon descendente (parte izquierda) del colon
- Colectomía total o subtotal: extirpación de todo o prácticamente todo el colon
- Proctocolectomía: extirpación del colon y del recto
¿Se puede reconstruir el tránsito intestinal o hacer una ostomía?
Una vez extirpado el segmento necesario de la tripa, se intenta reconstruir la continuidad intestinal del segmento existente antes y después del fragmento extirpado. Este proceso se llama una 'anastomosis' (costura o estabulación de ambos extremos). En los casos en que esto no es posible, la salida del material fecal debe dirigirse hacia el exterior, fuera del abdomen, a través de la pared abdominal. Esto se llama “estoma”, centrándose en el extremo previo a la extirpación:
- Ileostomía: cuando se externaliza el intestino delgado
- Colostomía: cuando se externaliza el colon
En algunas ocasiones se requieren estomas temporales, puesto que con el tiempo se puede reconstruir la continuidad intestinal.
¿Cuáles son los tipos de abordaje quirúrgico?
- Abierto: se realiza una incisión en la pared abdominal, llamada “laparotomía”, para acceder a la cavidad abdominal donde se encuentra el colon. El cirujano bajo visión directa del campo quirúrgico y trabajando con sus manos y el instrumental quirúrgico, libera el colon adecuadamente de las estructuras que le rodean para poder extirparlo.
- Mínimamente invasivo:
- Laparoscópica convencional: se realizan 3-4 incisiones pequeñas que permiten introducir en el interior del abdomen una cámara y diferentes herramientas quirúrgicas con las que trabaja el cirujano sin utilizar las manos directamente y visualizando la cavidad abdominal en una pantalla. Independientemente de la vía de acceso, la intervención que se realiza es la misma que en la cirugía abierta.
- Laparoscopía robótica (o Da Vinci): es la herramienta quirúrgica más sofisticada que tenemos actualmente en el hospital. Se trata de una modificación de la vía laparoscópica en la que los instrumentos son manipulados por el cirujano mediante un robot o mando a distancia especial. Este proceso ofrece ventajas técnicas específicas (visión 3D, mayor precisión entre otros).
La cirugía mínimamente invasiva por lo general ayuda en la recuperación postoperatoria en diversos aspectos: menos dolor, mejor recuperación del tráfico intestinal, movilización más fácil, menor riesgo de infección... entre otros.
¿Cuáles son los riesgos de la cirugía?
La cirugía colorrectal es una cirugía mayor con riesgos potencialmente graves. Además de riesgos generales de una intervención quirúrgica más o menos graves (alergias, infartos, embolias…), la cirugía del colon tiene riesgos específicos algunos de los cuales se detallan a continuación:
- Infección: A pesar de todas las medidas de prevención, la cirugía colorrectal tiene un mayor riesgo de infecciones que otras intervenciones porque es una cirugía contaminada por los gérmenes que tenemos de forma natural en las tripas.
- Sangrado de las heridas tanto a nivel interno como externo.
- Fallo de la sutura del colon, fístula: Cuando se conecta el colon, la cicatrización de la tripa debe producirse en los siguientes 5-6 días. Si esta cicatrización es incompleta, por motivos diversos, puede producirse un vertido del contenido fecal fuera del colon. En ocasiones se puede solucionar con el uso de antibióticos o drenajes, pero otras veces puede requerir una nueva operación que frecuentemente implica un estoma.
- Íleo paralítico prolongado: A veces, a la tripa le cuesta recuperar su ritmo normal y, al no haber movimiento, no se tolera la dieta oral. Puede ser necesaria la nutrición endovenosa mientras se espera la recuperación de la función intestinal.
- Problemas funcionales: A raíz de la operación, podría notar una modificación de la frecuencia de las deposiciones o de la consistencia de las heces. Por lo general, durante los meses posteriores a la intervención estos síntomas mejorarán o desaparecerán. En caso de que persistan estas sensaciones, le ayudaremos a gestionarlo de la mejor manera posible. En ocasiones, sobre todo cuando se debe actuar a nivel de la pelvis, puede haber también secuelas en el aparato urinario o sexual.
- Oclusión intestinal: Tanto en el postoperatorio inmediato, como a largo plazo, se pueden producir dificultades para la circulación de las heces debido a cicatrices internas. Por lo general, se solucionan de manera conservadora, pero en algunos casos puede ser necesaria una intervención quirúrgica.
- Empeoramiento de patologías crónicas: Cualquier problema de salud que tenga previo a la cirugía puede verse agravado a consecuencia de la cirugía o de sus complicaciones.
- Fallecimiento: Aunque la mortalidad es hoy muy baja, no es inexistente. Sea por un estado de salud muy frágil o por complicaciones quirúrgicas, el riesgo de defunción existe, pero existen recursos disponibles para intentar evitarlo.
Consentimiento informado
Usted tratará con el cirujano el motivo de la indicación de su intervención. En algunos casos, su problema puede presentar varias opciones y conjuntamente tendrán que decidir cuál es la más oportuna para usted. En otras ocasiones, puede haber una opción claramente necesaria para conseguir los objetivos del tratamiento y su cirujano se lo explicará a fin de que usted pueda comprenderlo. Hay ocasiones en las que tenemos muchas pruebas a favor de una decisión y otras en las que los resultados esperables pueden no ser tan conocidos. De acuerdo con el conocimiento científico que exista, su equipo y usted tomarán una decisión. También es importante saber que, en ocasiones, la intervención puede tener una intención curativa a largo plazo (como puede ser el tratamiento de un cáncer de colon) mientras que, otras, lo que se le ofrece es una posibilidad de mejora todo y saber que la corrección total del problema es difícil o que los resultados no perduran siempre en el tiempo (como puede ser el caso de la cirugía por estreñimiento o problemas del suelo pélvico).
El consentimiento informado es el derecho del paciente a ser informado específicamente del procedimiento quirúrgico que se le va a realizar teniendo en cuenta su situación personal. Le proporcionaremos información y respuestas a sus preguntas para que pueda evaluar los beneficios y riesgos y consentir someterse a la cirugía planteada todo conocen la información disponible. Usted tiene derecho a retractarse en cualquier momento previo a la anestesia y se le informará, de nuevo, de las posibles consecuencias si no se realiza la cirugía.
Podrían pedirle que consintiera también en otras cuestiones como puede ser la realización de un estudio, la toma de muestras o imágenes o la consulta de su historia clínica. De ser así, le explicarán específicamente.
Las pruebas deben haberse realizado, generalmente, dentro de los 6 meses previos a la cirugía con un máximo de un año. Las pruebas que le realizarán para la intervención son:
- Análisis de sangre. Le harán una analítica básica en la que seguramente se pedirá:
- Hemograma. Los tres parámetros más importantes son
- Hemoglobina (medida indirecta de los glóbulos rojos). Sirve para comprobar que no esté anémico antes de someterse a una cirugía en la que se pueden producir pérdidas sanguíneas
- Leucocitos (conocidos como glóbulos blancos). Sirve para comprobar que tiene un correcto nivel de defensas (no deben estar por debajo de los valores normales) y para descartar que no haya ningún proceso infeccioso (no deben estar por encima de los valores normales)
- Plaquetas. Participan en el proceso de la coagulación y ayudan a reparar los vasos sanguíneos cuando se lesionan para evitar el sangrado
- Hemograma. Los tres parámetros más importantes son
- Coagulación. Sirve para comprobar que los distintos factores que intervienen en la coagulación funcionan correctamente. Estas pruebas pueden estar alteradas si se toma tratamientos anticoagulantes (por ejemplo, sintrom®) o si se tiene una función hepática incorrecta
- Bioquímica. Se solicitarán algunos parámetros para ver la función renal, enzimas hepáticas, iones como el sodio y el potasio y la glicemia. Dado que se suele pedir la glicemia, es conveniente realizar la analítica en ayunas
- Radiografía de tórax. Se realiza para evaluar
- El pulmón y la pleura
- El corazón
- Electrocardiograma. Permite comprobar el ritmo cardíaco y descartar distintos tipos de arritmia.
Una intervención quirúrgica supone una agresión controlada en el organismo y con un objetivo terapéutico. Por tanto, se necesita que usted se encuentre en las mejores condiciones para responder desde el punto de vista físico. Debe prepararse.
A continuación le explicamos cómo le ayudaremos para prepararse para ir a quirófano.
Empezaremos por mirar este vídeo informativo sobre su preparación preoperatoria. Como verá en el vídeo, su participación en la preparación tiene un papel fundamental a la hora de tener una buena recuperación.
Plan de la visita:
- Revisar que se han realizado todas las pruebas preoperatorias necesarias.
- Explicarle cómo transcurrirá el ingreso en caso de que, como esperamos, no presente ninguna complicación
- Realización de una serie de preguntas que nos servirán para detectar qué aspectos son más importantes que trabajar con usted para que su preparación y recuperación posterior sean un éxito. Detección de posibles dificultades en el postoperatorio en casa por falta de soporte adecuado y activación de los circuitos disponibles.
- Resolución de dudas sobre su enfermedad o el proceso de hospitalización
- En caso de que le vayan a realizar un estoma, una enfermera especialista le dará todas las explicaciones adecuadas y le enseñará a convivir con un estoma temporal o permanente. También le dará recomendaciones sobre los cuidados necesarios.
- Explicación de la PREHABILITACIÓN, es decir, de cómo debe prepararse, en función de su situación personal, a tres niveles: preparación física, preparación nutricional y preparación psicológica
¿Qué es la Prehabilitación?
La prehabilitación es un programa diseñado para mejorar la capacidad funcional del paciente antes de la cirugía mediante la actuación en 3 aspectos: actividad física, adecuada nutrición y reducción del componente de ansiedad y frustración.
Preparación física:
Valoración del estado general y de forma física, respiratoria, presencia de anemia.
La evaluación física se realizará mediante un test de marcha (si la visita puede ser presencial) o mediante unas preguntas (si la visita es telemática).
En ambos casos, se le ofrecerá un plan de entrenamiento ajustado a sus necesidades que deberá seguir hasta el día previo a la intervención quirúrgica. Consistirá en realizar ejercicio físico sin realizar sobreesfuerzos pero continuado. Se basará en actividades de flexibilidad, fuerza y respiración.
La enfermera que le haga el seguimiento le explicará el tipo de ejercicio y su frecuencia. Además, posiblemente, le visite un fisioterapeuta que le explicará las pautas de ejercicios de fisioterapia previos a una intervención de cirugía general. Este documento contiene información de ejercicios respiratorios, ejercicios activos con los brazos/piernas y finalmente información de cómo movilizarse.
Cumplir con este entrenamiento tendrá una repercusión muy importante en la mejora de su salud.
En la consulta también le explicarán los beneficios de realizar una movilización precoz después de la cirugía (lo veremos en el apartado de hospitalización). En el hospital le explicarán en qué momento debe sentarse, ponerse de pie o caminar con la ayuda del personal necesario. Recuerde que se recomienda una movilización precoz porque muchos estudios científicos han demostrado una mejora de resultados en salud y una disminución de las complicaciones después de la cirugía.
Usted puede tener anemia (falta de hierro) en el momento del diagnóstico, como consecuencia de su enfermedad o por otras razones crónicas. En caso de que su análisis de sangre muestre anemia, es posible que necesite distintos tratamientos para mejorar su condición antes de la cirugía. El tratamiento puede ser oral o intravenoso. En caso de que necesite tratamiento de hierro intravenoso, se realizará de forma ambulatoria en el Hospital de Día.
Preparación nutricional:
Antes de indicarle cualquier tipo de dieta deberemos realizarle una evaluación de su estado nutricional. Ésta se hará con un test muy simple basado en 3 preguntas:
- Pérdida de peso en los últimos meses (involuntaria)
- Índice de Massa Corporal (relación entre peso y talla)
- Enfermedades agudas con las que conviva en su proceso actual
Según el resultado de este test podrá ser derivado, si fuera necesario, a un especialista en nutrición para realizar un seguimiento individualizado antes de la operación.
Por lo general, recomendamos una dieta rica en proteínas. Sobre todo después de cada sesión de ejercicio.
Por otra parte, en los días más cercanos a la cirugía le recomendaremos seguir una dieta baja en residuos (sin fibra).
En algunos programas, como el ERAS, se le dará unos concentrados de glucosa (sugarmix®) que podrá tomar hasta 3-4 horas antes de la admisión en el hospital.
Deshabituación de tóxicos como el tabaco o el alcohol y de drogas:
Será imprescindible que reduzca al máximo el consumo de todo tipo de bebidas alcohólicas y/o tabaco.
Las posibles complicaciones, resultado de la cirugía, disminuyen de forma demostrada en pacientes que cumplen esta deshabituación durante un período mínimo de 3-4 semanas antes de la operación. Para ello, puede ser visitado por equipos especializados que le ayudarán a dejar de fumar y/o beber antes de la cirugía.
Preparación psicológica:
Durante todo el proceso dispondrá de atención telefónica de los profesionales del hospital para resolver dudas que le puedan surgir en casa. En concreto, se le facilitará un teléfono de contacto de la enfermera referente.
Debe ser responsable activo de las actividades propuestas para saber qué pasará todos los días después de la operación y así poder cumplir los objetivos de su recuperación.
En caso de que su cirugía implique la posibilidad de realizar una ostomía (ileostomía o colostomía) tendrá una visita específica con una enfermera especializada que le facilitará toda la información y práctica necesarias antes y después de la operación.
Si su operación es por razones oncológicas, también puede que le programen una visita con el equipo de psicooncología.
Con los resultados de las pruebas preoperatorias y después de la visita con enfermería se le programará una visita con el anestesiólogo para comprobar que todo está correcto antes de la cirugía.
Plan de la visita:
Realizar un documento preoperatorio en el que se recogen:
- Las alergias a medicamentos, alimentos o sustancias como el látex. Aporte los informes que tenga si se las han estudiado.
- Los hábitos tóxicos. Es decir, si fuma, bebe alcohol o consume drogas. Es aconsejable dejar estos hábitos en las 4 semanas previas a la intervención y completamente mínimo 10 días previos a operarse, ya que disminuye el riesgo de complicaciones.
- Los antecedentes patológicos. Es decir, todas las enfermedades que padezca o haya sufrido.
- Los antecedentes quirúrgicos. Es decir, los tipos de cirugía y anestesia que le han realizado previamente y si ha habido algún problema. En este momento es importante que explique si ha presentado vómitos o náuseas postoperatorios o si es una persona que se marea con facilidad. Es muy poco frecuente vomitar en el postoperatorio, pero en algún caso puede ocurrir y es preferible avisar a su anestesiólogo para que le administre fármacos especiales preventivos para las náuseas y vómitos.
- La medicación habitual que se toma. Es frecuente que su anestesiólogo pueda visualizar esta medicación en el ordenador, pero en ocasiones no está actualizada así que es recomendable llevar preparada la medicación que toma, el horario y la cantidad.
- Se recogerán los resultados de las pruebas complementarias previamente realizadas.
- Estudio de la vía aérea. Le realizará una serie de pruebas, como abrir la boca, ponerse de lado o estirar el cuello hacia arriba. Esto se realiza para evaluar la facilidad o no de colocar el tubo orotraqueal necesario para respirar durante una anestesia general.
- Le preguntarán su peso, su talla y la edad para realizar los cálculos de las dosis de los diferentes fármacos que se administran para realizar una anestesia.
Se le explicarán los diferentes tipos de anestesia que le pueden realizar: En el caso de la colectomía es necesaria una anestesia general. También puede realizarse algún tipo de bloqueo nervioso para disminuir el dolor en el postoperatorio. Tenga en cuenta que normalmente no suele ser lo mismo el anestesiólogo que le realiza el preoperatorio y el anestesiólogo que la anestesia en quirófano. Este segundo será quien tomará la decisión última del tipo de anestesia a realizar.
Le darán un consentimiento informado específico según el cual acepta ser anestesiado: Seguramente previamente, también haya firmado el consentimiento según el cual acepta la cirugía que le van a realizar.
En función de la medicación que tome, se le darán unas pautas si hay alguna medicación que tenga que dejar previamente: Algunos de los fármacos que suelen suspenderse son anticoagulantes y/o antiagregantes como el sintrom®, Pradaxa®, xarelto®, plavix® , adiro® (este último, a veces no se suspende)... Es importante que esta medicación la suspenda exactamente como le recomiende su anestesiólogo, ya que esto hará que no tenga riesgo de sangrado excesivo durante la cirugía, pero tampoco de formar trombas (coágulos) en los vasos sanguíneos que le pueden ser perjudiciales.
Le explicarán el ayuno previo que debe realizar: Generalmente, se recomienda no tomar nada sólido durante las 6 horas previas a la cirugía. En algunos programas se le dará unos concentrados de glucosa (sugarmix®) que podrá tomar hasta 3-4 horas antes de su admisión en el hospital. En algunos casos sí puede tomar su medicación habitual con un trago pequeño de agua, si es que así se lo indican.
Durante este proceso, se resolverán también las dudas que pueda tener.