Preoperatorio
La cirugía de modificación de las personas trans comprende un conjunto de técnicas quirúrgicas, entre las que se encuentra la masculinización torácica.
Se trata de un tipo de intervención incluida dentro de la cartera de servicio del sistema público de salud.
Esta intervención tiene la finalidad de crear un contorno torácico que se asemeje a las características anatómicas descritas en el hombre. Para ello, se realizará una cirugía similar a una mastectomía (que pretende eliminar el componente mamario) y una remodelación del complejo areola-pezón (para ello modificaremos la localización, forma y tamaño).
El tipo de técnica quirúrgica empleada variará atendiendo a las distintas características. Estas serán valoradas en la primera visita con el cirujano plástico.
- Volumen mamario.
- Ptosis mamaria.
- Localización, tamaño y forma del complejo areola-pezón.
- Calidad de la piel, elasticidad de ésta, la presencia de cicatrices previas.
Tras realizar la valoración previa, se decidirá aquella técnica quirúrgica más adecuada y adaptada a cada paciente. Estas variarán según el tejido a extraer y el tipo de cicatrices a realizar.
Las diferentes técnicas quirúrgicas descritas son las siguientes:
- Mastectomía hemiareolar: se extirpa la gran mayoría del tejido mamario a través de una cicatriz localizada en el borde inferior del complejo areola-pezón. En este caso, el tamaño del complejo areola pezón no se modifica.
- Mastectomía periareolar: se extirpa la gran mayoría de la glándula mamaria, junto con un excedente de piel circundante al complejo areola-pezón; por ello, la cicatriz final queda circunscrita a toda la circunferencia de la areola. En este tipo de abordaje se puede reducir el tamaño de la areola, pero apenas se modificará su localización.
- Mastectomía periareolar ampliada: se prolonga la cicatriz periareolar, descrita con anterioridad, hacia ambos lados (horizontalmente), para poder realizar una resección adecuada del componente cutáneo.
- Mastectomía con injerto libre de areola: se realiza la mastectomía dejando una cicatriz a nivel del borde inferior del músculo pectoral y se injerta el complejo areola-pezón en la posición deseada. En estos casos podemos modificar el tamaño de la areola, así como su posición.
Cabe señalar que hay ciertas características o aspectos difícilmente modificables quirúrgicamente y otros que responden al tratamiento hormonal.
Se trata de un proceso irreversible, por lo tanto el paciente debe estar muy bien informado y seguro de la decisión.
Una vez la petición de visita llega a nuestro centro, se le asignará un día y hora para realizar la primera visita con el equipo de B-trans del Hospital Universitari de Bellvitge, compuesto por cirujanos plásticos y enfermería.
En esta visita, se le harán una serie de preguntas importantes dentro del contexto quirúrgico que se abordará. Asimismo, se incluye una exploración física y se explica la técnica quirúrgica.
Ese mismo día se le proporcionará cita con enfermería para realizar la prehabilitación en la que se le explicará todo lo necesario para acudir el día de la cirugía bien preparado.
Es posible que el cirujano que le visite en la consulta, el que le haga la operación y el que le visite en la planta no sean el mismo. En cualquier caso, todos estos cirujanos son miembros del mismo equipo y comparten la información de su caso, tanto antes de su intervención como durante el ingreso.
¿Cuál es la duración de la intervención?
La duración media de esta intervención quirúrgica es de 2-3 horas.
¿Le hará daño?
Durante el postoperatorio inmediato y la estancia en planta, le daremos medicación analgésica si tiene dolor agudo. Asimismo, durante la intervención se realizan bloqueos de los nervios que traen la información dolorosa de la zona intervenida.
¿Cuáles son los riesgos de la cirugía?
Como en cualquier tipo de cirugía, pueden aparecer un conjunto de complicaciones generales; y otras específicas derivadas del procedimiento en concreto que se le va a practicar.
- Anestesia quirúrgica. Tanto la anestesia local como la general implican un riesgo. Existe la posibilidad de complicaciones, lesiones e incluso la muerte a causa de las formas de anestesia quirúrgica o sedación.
- Cicatrices. Todos los procedimientos invasivos dejan cicatrices, algunas más visibles que otras. Puede ocurrir que aparezcan cicatrices anormales tanto en la piel como en los tejidos más profundos. En algunos casos, las cicatrices pueden requerir revisión quirúrgica o tratamiento. Las personas que tienen una disminución en la irrigación sanguínea al tejido debido a cirugías anteriores o radioterapia pueden tener un mayor riesgo para la cicatrización de la herida y un mal resultado quirúrgico. Los fumadores tienen mayor riesgo de necrosis cutánea y de complicaciones en la cicatrización de la herida. Los fumadores tienen un riesgo mayor de perdida de piel o de complicaciones de la cicatrización y de la cirugía. Tiene que avisar al doctor@ que fuma, siendo aconsejable en este caso DEJAR DE FUMAR DE 4-6 SEMANAS ANTES DE LA CIRUGÍA Y MÍNIMO 4 SEMANAS DESPUÉS PARA REDUCIR COMPLICACIONES.
- Dehiscencia de las heridas quirúrgicas. Todos los procedimientos que comportan cicatrices pueden presentar dehiscencia de las mismas durante el postoperatorio, requiriendo de curas prolongadas y/o cirugías.
- Sangrado. Es posible experimentar un episodio de hemorragia o sangrado durando o después de la cirugía. En caso de sangrado postoperatorio puede requerir de una reintervención para evacuar el hematoma formado o incluso una transfusión sanguínea.
- Infección. Todos los procedimientos invasivos pueden complicarse con una infección. Si ocurre, puede ser necesario un tratamiento adicional, incluyendo la administración de antibióticos o la cirugía. Es posible, aunque muy poco frecuente, que se pueda desarrollar una infección grave llamada infección necrosante de partes blandas (fascitis necrosante). Es muy poco frecuente en cirugía plástica, pero tiene riesgo vital y es una emergencia. En caso de presentar: dolor intenso que no mejora con analgesia, fiebre, ampollas en zona intervenida o coloración violácea de la piel; tendrá que acudir a urgencias y contactar con su cirujano/a.
- Alteración neurovascular. Estructuras profundas como los nervios, los vasos sanguíneos o los músculos se pueden dañar durante el curso de este procedimiento. Las lesiones pueden ser temporales o permanentes.
- Dolor. Toda cirugía comporta dolor en el postoperatorio y puede comportar también dolor crónico, así como pérdida funcional.
- Cambios en la sensibilidad del pezón y la piel. Después de esta cirugía puede haber una pérdida parcial o total de la sensibilidad de la piel torácica y el complejo areola-pezón. Esta pérdida puede ser temporal o permanente. En el caso de realizarse un injerto de complejo areola-pezón, éste no tendrá sensibilidad.
- Sufrimiento/necrosis de la areola/pezón. Independientemente del tipo de técnica, puede haber un sufrimiento/necrosis cutánea y/o del complejo areola-pezón, que comporte la necrosis y pérdida de los mismos o cambios en la pigmentación (color) de estos. Esto puede comportar la necesidad de curas de larga evolución y/o nuevas cirugías, así como defectos en la forma del tórax y la estética del mismo.
- Resultado poco satisfactorio y asimetría. Hay posibilidad de un resultado insatisfactorio que dé lugar a deformidades visibles, pérdida de función, asimetrías evidentes, agrandamiento del complejo areola-pezón, dehiscencia de heridas, necrosis cutánea o pérdida de sensibilidad. Pueden producirse diferencias en la forma del tórax o del complejo areola-pezón, entre un lado y otro. Usted puede quedar decepcionado con los resultados del procedimiento.
- Arrugas y pliegues en la piel. Pueden existir pliegues en la piel después de la cirugía. Esto puede ser más pronunciado en pacientes donde el volumen mamario y cutáneo previo a la cirugía es mayor. Puede haber también un socavamiento excesivo en el área intervenida que dé aspecto demasiado plano o hundido.
- Seroma. Colección de líquido claro (suero) en la herida. En la mayor parte de los casos se tendrá que drenar la colección mediante una punción.
- Necrosis grasa. Áreas de necrosis grasa como consecuencia de escasa perfusión sanguínea. Se palparán como áreas induradas.
- Reacciones alérgicas. Se pueden producir por drogas usadas durante el procedimiento o por medicamentos prescritos. Las reacciones alérgicas pueden requerir tratamientos adicionales.
- Trombosis y TEP. Existe un riesgo bajo-moderado durante la cirugía o el postoperatorio de que se formen coágulos de sangre a nivel del miembro inferior, miembro superior o pelvis. Estos coágulos pueden causar problemas a nivel regional o a nivel general si emigran, pudiendo localizarse a nivel de las venas pulmonares y causar un TEP (tromboembolismo pulmonar), asociado a problemas respiratorios graves.
Muchas de estas complicaciones se resuelven con tratamiento conservador, pero en algún caso pueden llegar a necesitar una reintervención, en muchos casos de urgencia. A pesar de que la reintervención añade un riesgo mínimo, en algún caso puede tener consecuencias graves.
Es necesario que advierta a su médico de posibles alergias a medicamentos, alteraciones de la coagulación, enfermedades cardiopulmonares, existencia de prótesis, marcapasos, o cualquier otra circunstancia. La presencia otras enfermedades concomitantes (diabetes, obesidad, hipertensión, …) puede aumentar la frecuencia o la gravedad de las complicaciones.
Consentimiento informado
El consentimiento informado es el derecho del paciente a ser informado específicamente del procedimiento quirúrgico que se le va a realizar teniendo en cuenta su situación personal.
Usted tratará con el cirujano el motivo de la indicación de su intervención. En algunos casos, su problema puede presentar varias opciones y conjuntamente tendrán que decidir cuál es la más oportuna para usted. En otras ocasiones, puede haber una opción claramente necesaria para conseguir los objetivos del tratamiento y su cirujano se lo explicará a fin de que usted pueda comprenderlo. Hay ocasiones en las que tenemos muchas pruebas a favor de una decisión y otras en las que los resultados esperables pueden no ser tan conocidos. De acuerdo con el conocimiento científico que exista, su equipo y usted tomarán una decisión.
Le proporcionaremos información y respuestas a sus preguntas para que pueda evaluar los beneficios y riesgos y consentir someterse a la cirugía planteada todo conocen la información disponible. Usted tiene derecho a retractarse en cualquier momento previo a la anestesia y se le informará, de nuevo, de las posibles consecuencias si no se realiza la cirugía.
Podrían pedirle que consintiera también en otras cuestiones como puede ser la realización de un estudio, la toma de muestras o imágenes o la consulta de su historia clínica. De ser así, le explicarán específicamente.
Las pruebas preoperatorias deben haberse realizado, generalmente, dentro de los 6 meses previos a la cirugía, con un máximo de un año. Las pruebas que le realizarán para la intervención son:
- Análisis de sangre
- Radiografía de tórax
- Electrocardiograma
- Pruebas específicas, si tiene otras enfermedades.
Una intervención quirúrgica supone una agresión controlada al organismo y con un objetivo terapéutico. Por tanto, se necesita que usted se encuentre en las mejores condiciones para responder desde el punto de vista físico. ¡¡Tiene que prepararse!!
A continuación, le explicamos cómo le ayudaremos para prepararse para ir a quirófano.
Unas semanas antes de la cirugía, se le programará una primera visita con enfermería en el Hospital de Bellvitge, donde:
- Se le realizarán una serie de preguntas que nos servirán para detectar qué aspectos son más importantes a trabajar con usted para que su preparación y recuperación posterior sean un éxito.
- Le explicarán cómo hacer la prehabilitación, es decir, cómo debe prepararse, en función de su situación personal, a tres niveles: preparación física, nutricional y psicológica.
- Se le explicará cómo transcurrirá el ingreso en caso de que, como esperamos, no presente ninguna complicación
- Resolveremos sus dudas sobre el proceso
¿Qué es la Prehabilitación?
La prehabilitación es un programa diseñado para mejorar la capacidad funcional del paciente antes de la cirugía mediante el refuerzo de los siguientes aspectos:
- Deshabituación de tóxicos como el tabaco o el alcohol y drogas.
- Será imprescindible que reduzca al máximo el consumo de todo tipo de bebidas alcohólicas y/o tabaco.
- Las posibles complicaciones resultado de la cirugía, disminuyen de forma demostrada en pacientes que cumplen esta deshabituación durante un período mínimo de 3-4 semanas antes de la operación. Para ello, puede que le soliciten una visita con el equipo especializado que le ayudarán a dejar de fumar y/o beber antes de la cirugía. www.tabaquismo.cat
- Antes de indicarle cualquier tipo de dieta deberemos realizarle una evaluación de su estado nutricional. Ésta se hará con un test muy simple basado en 2 preguntas:
- Índice de Massa Corporal (relación entre peso y talla)
- Enfermedades agudas con las que conviva en su proceso actual
Material necesario para el ingreso:
- Faja torácica que deberá llevar durante 24 horas el primer mes post cirugía.
- Zapatillas y bata para poder pasear.

Con los resultados de las pruebas preoperatorias se le programará una visita con el anestesiólogo para comprobar que todo está correcto antes de la cirugía.
Plan de la visita:
Realizar un documento preoperatorio en el que se recoge:
- Las alergias a medicamentos, alimentos o sustancias como el látex. Aporte los informes que tenga si se las han estudiado.
- Los hábitos tóxicos: si fuma, bebe alcohol o consume drogas. Es aconsejable dejar estos hábitos en las 4 semanas previas a la intervención y completamente mínimo 10 días previos a operarse, ya que disminuye el riesgo de complicaciones.
- Los antecedentes patológicos: todas las enfermedades que padece o haya sufrido.
- Los antecedentes quirúrgicos: los tipos de cirugía y anestesia que le han realizado previamente y si ha habido algún problema. En este momento es importante que explique si ha presentado vómitos o náuseas postoperatorios o si es una persona que se marea con facilidad. Es muy poco frecuente vomitar en el postoperatorio, pero en algún caso puede ocurrir y es preferible avisar a su anestesiólogo para que le administre fármacos especiales preventivos para las náuseas y vómitos.
- La medicación habitual que se toma. Es frecuente que su anestesiólogo pueda visualizar esta medicación en el ordenador, pero en ocasiones no está actualizada, así que es recomendable llevar preparada la medicación que toma, el horario y la cantidad.
- Se recogerán los resultados de las pruebas complementarias previamente realizadas.
- Estudio de la vía aérea. Le realizará una serie de pruebas, como abrir la boca, ponerse de lado o estirar el cuello hacia arriba. Esto se realiza para evaluar la facilidad o no de colocar el tubo orotraqueal necesario para respirar durante una anestesia general.
- Le preguntarán su peso, su talla y la edad para realizar los cálculos de las dosis de los diferentes fármacos que se administran para realizar una anestesia.
Se le explicarán los diferentes tipos de anestesia que pueden realizarle. También puede realizarse algún tipo de bloqueo nervioso para disminuir el dolor en el postoperatorio. Tenga en cuenta que normalmente le atenderán diferentes anestesiólogos; uno para realizar el preoperatorio y otro que le anestesiará en quirófano. Este segundo será quien tomará la decisión última del tipo de anestesia a realizar.
Le darán un consentimiento informado específico según el cual acepta ser anestesiado. Seguramente previamente, también haya firmado el consentimiento según el cual acepta la cirugía que le van a realizar.
En función de la medicación que tome, se le darán unas pautas si existe alguna medicación que tenga que dejar previamente. Algunos de los fármacos que suelen suspenderse son anticoagulantes y/o antiagregantes como el sintrom®, Pradaxa®, xarelto®, plavix®, adiro® (este último, a veces no se suspende). Es importante que esta medicación la suspenda exactamente cómo le recomiende su anestesiólogo, ya que esto hará que no tenga riesgo de sangrado excesivo durante la cirugía ni de formar trombas (coágulos) en los vasos sanguíneos que le pueden ser perjudiciales.
Por último, le explicarán el ayuno previo que debe hacer. Por lo general, se recomienda no tomar nada sólido durante las 6 horas previas a la cirugía. En algunos casos sí puede tomar su medicación habitual con un trago pequeño de agua, si es que así se lo indican.