Preoperatorio
Una miomectomía es un procedimiento quirúrgico para extirpar fibromas uterinos, denominados también "leiomiomas". Estos crecimientos no cancerosos comunes aparecen en el útero. Los fibromas uterinos generalmente se desarrollan durante los años fértiles, pero pueden ocurrir en cualquier edad.
¿Qué son los miomas?
Los miomas uterinos son masas anormales de tejido muscular liso que se localizan en y alrededor del útero y ocasionalmente en el cuello uterino. Estos miomas se originan de las células de músculo liso que existen en el miometrio o pared del útero. En la mayoría de los casos son múltiples, pero ocasionalmente pueden ser únicos. Otras termas por los cuales se suelen denominar a estas lesiones son leiomiomas o fibromas uterinos. Los miomas se encuentran habitualmente en el cuerpo uterino, aunque a veces pueden aparecer en el cuello uterino. Se suelen dividir en tres categorías, según su localización: subserosos, intramurales y submucosos. Aproximadamente el 55% de los miomas son subserosos, un 40% son intramurales y un 5% son submucosos.
Las enfermedades que afectan el útero y que requieren intervenciones quirúrgicas son complejas. Para ayudarlo a verlas con menos dificultad, un equipo de diferentes profesionales trabajará coordinadamente con usted.
Después de valorar los riesgos y beneficios, el ginecólogo le explicará, de forma individualizada, las diferentes opciones de tratamiento y qué es la que mejor se adapta a su caso. Para hacerlo, tendrá en cuenta las características de su patología y su estado de salud. También tendrá la oportunidad de resolver las dudas que le puedan surgir.
Es posible que el ginecólogo que la visita a la consulta, el que lo opere y el que la visite a planta no sean el mismo. En cualquier caso, todos los ginecólogos son miembros del mismo equipo y comparten la información de su caso, tanto antes como durante el ingreso.
¿Qué es una miomectomía?
La miomectomía es una intervención quirúrgica que se lleva a cabo para extirpar los miomas uterinos, tumores benignos muy frecuentes durante la edad fértil que crecen en el interior o a lo largo de las paredes del útero, esta causa es el conocido como miomatosi uterina. La miomectomía es un tratamiento quirúrgico seguro y eficaz para la eliminación de miomas, adecuado para toda mujer con síntomas graves, y siempre posible cuando la paciente quiere conservar el útero.
Los miomas uterinos, también llamados fibromas o leiomiomas, pueden ser asintomáticos y pasar desapercibidos o, dependiendo del tamaño y de su ubicación, pueden causar síntomas como sangrado menstrual abundante o irregular, periodos menstruales que duran más del normal, molestias durante la relación sexual o subfertilitat y abortos espontáneos.
Tres mujeres de cada cuatro tendrán miomas en algún momento de su vida, pero solo una de cada cuatro sufrirá algún de sus síntomas:
- Sangrado menstrual abundando
- Sangrado irregular
- Periodos menstruales que duran más del normal
- Sensación de peso en la parte baja del abdomen
- Necesitado de orinar con mayor frecuencia
- Estreñimiento inusual
- Anemia
- Molestias durante la relación sexual
- Subfertilitat y aborto espontáneo
- Dolor lumbar en la parte baja de la espalda si lo mioma es grande
Si los miomas uterinos causan síntomas que afectan la actividad cotidiana de la paciente o dificultan la posibilidad de llevar a cabo un embarazo, la miomectomía es el procedimiento quirúrgico más adecuado, porque permite extirpar los miomas, aliviar los síntomas y conservar el útero.
¿Cuáles son los diferentes tipos de abordaje quirúrgico que existen?
Abdominal
La miomectomía abdominal es una intervención quirúrgica que consiste a extirpar los miomas realizando en la parte inferior del abdomen, como una cesárea, una incisión o corte abierto, a menudo horizontal y paralela en la cintura, por donde el cirujano accede al útero y procede a practicar la eliminación de los miomas. La intervención puede requerir de 2 a 3 días de hospitalización, y la recuperación de la paciente puede suponer entre 3 y 4 semanas de reposo relativo.
Histeroscópica
La miomectomía histeroscòpica es una intervención quirúrgica que consiste a extirpar los miomas (sin incisión o corte abierto) mediante el uso de instrumentos (histeroscopi o resectoscopi) que se hacen llegar hasta el útero a través de la vagina y el cuello uterino. El histeroscopi está dotado de una luz y una cámara con la cual se obtiene una imagen ampliada del interior del útero que se visualiza en una pantalla. Los miomas pueden extirparse con un histeroscopi que sirve para eliminar los miomas de la pared uterina mediante energía eléctrica, o con un morcel·lador histeroscòpic con el cual el cirujano corta manualmente lo mioma. La miomectomía histeroscòpica es posible en caso de que los miomas causados por la miomatosi uterina tengan un tamaño adecuado y sobresalgan bastante en el útero. La paciente suele recibir el alta el mismo día de la intervención, y la recuperación de la paciente puede suponer alrededor de 1 semana de reposo relativo.
Mínimamente invasiva (Laparoscópica o Robótica):
La miomectomía laparoscópica es una técnica de cirugía mínimamente invasiva que permite intervenir a la paciente y eliminar los miomas uterinos practicante pequeñas incisiones y sin tener que abrir el abdomen.
La cirugía laparoscópica, que es una opción menos invasiva que el abdominal, requiere por parte de los cirujanos una considerable experiencia, especialización y pericia. En una miomectomía laparoscópica, se realizan unas pequeñas incisiones en el ombligo o muy cerca, por donde se introduce el instrumental quirúrgico y un tubo con una pequeña cámara (lo laparoscopi) y se lleva a cabo la intervención para la extirpación de los miomas.
La miomectomía robótica es una cirugía laparoscópica asistida por un robot, una cirugía especialmente adecuada para llevar a cabo intervenciones quirúrgicas de alta complejidad. Por medio de unos brazos robóticos y unas pinzas articuladas, el robot va trasladando en tiempo real y con absoluta fidelidad los movimientos de la mano del cirujano. El uso del robot proporciona al cirujano una mayor seguridad para tratar áreas anatómicas de difícil acceso, facilita una visión ampliada del interior de la paciente, asegura el manejo estable de los instrumentos quirúrgicos y posibilita la máxima precisión de los movimientos de las manos del cirujano.
Las ventajas y beneficios de la miomectomía laparoscópica, una cirugía mínimamente invasiva, en comparación con la cirugía abierta convencional son numerosas:
- Menos dolor postoperatorio.
- Menos medicación.
- Menor reacción inlamatoria.
- Menor riesgo de infección.
- Estancia hospitalaria más corta.
- Recuperación de la paciente mucho más rápida.
- Resultados estéticos con frecuencia prácticamente imperceptibles.
La recuperación de una cirugía laparoscópica es más rápida que la de una miomectomía abdominal: la paciente puede recibir el alta el mismo día de la intervención, y su recuperación total puede suponer de 2 a 3 semanas de reposo relativo durante las cuales se le recomienda evitar ejercicio intenso.
Cuáles son los riesgos que existen?
La miomectomía tiene una baja tasa de complicación. Aun así, el procedimiento representa una serie de desafíos únicos. Dentro de los riesgos de la miomectomía se encuentran:
- Pérdida excesiva de sangre. Muchas mujeres con miomas uterinos ya tienen un bajo nivel de glóbulos rojos (anemia) provocado por un sangrado menstrual intenso, por lo cual corren más riesgos de presentar problemas a causa de la pérdida de sangre. Tu médico podría sugerir maneras de aumentar los glóbulos rojos antes de la cirugía. Durante la miomectomía, los cirujanos toman medidas adicionales para evitar el sangrado excesivo. Algunas de estas consisten a bloquear el flujo de las arterias uterinas por medio de torniquetes y pinzas e inyectar el medicamento alrededor de los fibromas porque los vasos sanguíneos se restrinjan. Sin embargo, la mayoría de las medidas no reducen el riesgo de necesitar una transfusión. En general, los estudios sugieren que hay menos pérdida de sangre con la histerectomía que con la miomectomía para úteros de tamaño similar.
- Tejido cicatricial. Las incisiones dentro del útero para extirpar los fibromas pueden conducir a adherencias—bandas de tejido cicatricial que podrían desarrollarse después de la cirugía. La miomectomía laparoscópica podría provocar menos adherencias que la miomectomía abdominal (laparotomía).
- Complicaciones en el embarazo o en el parto. Una miomectomía puede aumentar ciertos riesgos durante el parto si estás embarazada. Si tu cirujano debió de realizar una incisión profunda en la pared uterina, el médico que controle tu embarazo podría recomendar un parto por cesárea para evitar el desgarro del útero durante el trabajo de parte, una complicación muy poco común del embarazo. Los mismos fibromas están también asociados a las complicaciones del embarazo.
- Histerectomía. El cirujano raramente tendrá que extirpar el útero si el sangrado fuera incontenible o si se encontraran otras anormalidades además de los fibromas.
Consentimiento informado
La paciente conversará con el ginecólogo sobre la indicación de la intervención quirúrgica. En algunos casos, las opciones terapéuticas serán múltiples, de tal manera que tanto la paciente como el ginecólogo decidirán conjuntamente la mejor opción terapéutica.
Una vez planteado el tratamiento, se entregará el consentimiento informado. Este es un documento en el cual se detallan la condición de la paciente, la indicación del tratamiento y los riesgos de la intervención. Además de tenerlo por escrito, se resolverán las dudas que pueda tener y una vez aceptada la intervención, podrá firmar la aceptación del procedimiento. En cualquier momento usted está en su derecho de revocar la intervención si lo considera pertinente.
Las pruebas deben haberse realizado, generalmente, dentro de los 6 meses previos a la cirugía con un máximo de un año. Las pruebas que le realizarán para la intervención son:
- Análisis de sangre. Le harán una analítica básica en la que seguramente se pedirá:
- Hemograma. Los tres parámetros más importantes son
- Hemoglobina (medida indirecta de los glóbulos rojos). Sirve para comprobar que no esté anémico antes de someterse a una cirugía en la que se pueden producir pérdidas sanguíneas
- Leucocitos (conocidos como glóbulos blancos). Sirve para comprobar que tiene un correcto nivel de defensas (no deben estar por debajo de los valores normales) y para descartar que no haya ningún proceso infeccioso (no deben estar por encima de los valores normales)
- Plaquetas. Participan en el proceso de la coagulación y ayudan a reparar los vasos sanguíneos cuando se lesionan para evitar el sangrado
- Hemograma. Los tres parámetros más importantes son
- Coagulación. Sirve para comprobar que los distintos factores que intervienen en la coagulación funcionan correctamente. Estas pruebas pueden estar alteradas si se toma tratamientos anticoagulantes (por ejemplo, sintrom®) o si se tiene una función hepática incorrecta
- Bioquímica. Se solicitarán algunos parámetros para ver la función renal, enzimas hepáticas, iones como el sodio y el potasio y la glicemia. Dado que se suele pedir la glicemia, es conveniente realizar la analítica en ayunas
- Radiografía de tórax. Se realiza para evaluar
- El pulmón y la pleura
- El corazón
- Electrocardiograma. Permite comprobar el ritmo cardíaco y descartar distintos tipos de arritmia.
En función de su situación médica requerirá una visita con una enfermera que le explique en detalle como tiene que prepararse por la cirugía
A continuación, le explicamos cómo lo ayudaremos para prepararse para ir a quirófano.
Empezaremos para mirar este video informativo sobre la preparación preoperatoria.
Cómo ha visto al video, su participación en la preparación tiene un papel fundamental en la hora de tener una buena recuperación.
Plan de la visita:
- Revisar que se han hecho todas las pruebas preoperatorias necesarias.
- Explicarle cómo transcurrirá el ingreso en caso de que, como esperamos, no presente ninguna complicación.
- Realizar una serie de preguntas que nos servirán para detectar qué aspectos son más importantes a trabajar con usted para que su preparación y recuperación posterior sean un éxito.
- Detectar posibles dificultades en el postoperatorio a casa. Así se podrán activar las posibles soluciones disponibles.
- Resolver las dudas sobre su enfermedad o el proceso de hospitalización.
- En caso de que le tengan que realizar un estoma, una enfermera especialista le dará todas las explicaciones adecuadas y le enseñará a convivir con un estoma temporal o permanente. También le dará recomendaciones sobre las curas necesarias.
- Explicar el proceso de PREHABILITACIÓN, es decir, como es debido que se prepare, en función de su situación personal, a tres niveles (preparación física, preparación nutricional y preparación psicológica).
Qué es la Prehabilitación?
La prehabilitación es un programa diseñado para mejorar la capacidad funcional del paciente antes de la cirugía mediante la actuación a 3 aspectos: actividad física, adecuada nutrición y reducción de componente de ansiedad y frustración.
Preparación física:
Valoración del estado general y de forma física, respiratoria, presencia de anemia.
La evaluación física se realizará mediante una maceta de la marcha (si la visita puede ser presencial) o mediante unas preguntas (si la visita es telemática).
En ambos casos, se le ofrecerá un plan de entrenamiento ajustado a sus necesidades, que tendrá que seguir hasta el día previo a la intervención quirúrgica. Consistirá a realizar ejercicio físico sin hacer sobreesfuerzos pero continuado. Se basará en actividades de flexibilidad, fuerza y respiración.
La enfermera que le haga el seguimiento le explicará el tipo de ejercicio y su frecuencia. Además, posiblemente, la visite un fisioterapeuta que le explicará las pautas de ejercicios de fisioterapia previos a una intervención de cirugía general. Este documento contiene información de ejercicios respiratorios, de ejercicios activos con los brazos/piernas y, finalmente, información de cómo se tiene que movilizar.
Cumplir con este entrenamiento, tendrá una repercusión muy importante en la mejora de su salud.
A la consulta también le explicarán los beneficios de llevar a cabo una movilización precoz después de la cirugía (lo veremos en el apartado de hospitalización). En el hospital le explicarán en qué momento se tiene que sentar, ponerse derecha o andar con la ayuda del personal necesario. Recuerde que se recomienda una movilización precoz porque muchos estudios científicos han demostrado una mejora de resultados en salud y una disminución de las complicaciones después de la cirugía.
Usted puede tener anemia (falta de hierro) en el momento del diagnóstico, a consecuencia de su enfermedad o por otras razones crónicas. En caso de que su análisis de sangre muestre anemia, es posible que necesite diferentes tratamientos para mejorar su condición antes de la cirugía. El tratamiento puede ser oral o intravenoso. En caso de que necesite tratamiento de hierro intravenoso, se realizará de manera ambulatoria en el Hospital de Día.
Preparación nutricional:
Antes de indicarle cualquier tipo de dieta tendremos que hacerle una evaluación de su estado nutricional. Esta se hará con una maceta muy simple basado en 3 preguntas:
- Pérdida de peso en los últimos meses (involuntaria)
- Índice de Massa Corporal (relación entre peso y talla)
- Otras enfermedades agudas con que conviva en su proceso actual
Según el resultado de esta maceta, podrá ser derivada a un especialista en nutrición para hacer un seguimiento individualizado antes de la operación.
En general, recomendamos una dieta rica en proteínas. Sobre todo después de cada sesión de ejercicio.
Por otro lado, los días más próximos a la cirugía le recomendaremos seguir una dieta baja en residuos (sin fibra).
En algunos programas, como por ejemplo el ERAS, se le darán unos concentrados de glucosa (sugarmix®) que podrá tomar hasta 3-4 horas antes de la admisión en el hospital.
Deshabituación de tóxicos como el tabaco o el alcohol y de drogas:
Será imprescindible que reduzca al máximo el consumo de todo tipo de bebidas alcohólicas y/o tabaco.
Las posibles complicaciones, resultado de la cirugía, disminuyen de manera demostrada en pacientes que cumplen esta deshabituación durante un periodo mínimo de 3-4 semanas antes de la operación. Para lo cual, puede ser visitada por equipos especializados que lo ayudarán a dejar de fumar y/o beber antes de la cirugía. www.tabaquisme.cat
Preparación psicológica:
Durante todo el proceso dispondrá de atención telefónica de los profesionales del hospital para resolver dudas que le puedan surgir en casa. En concreto, se le facilitará un teléfono de contacto de la enfermera referente.
Con los resultados de las pruebas preoperatorias y después de la visita con enfermería se le programará una visita con el anestesiólogo para comprobar que todo está correcto antes de la cirugía.
Plan de la visita:
Realizar un documento preoperatorio en el que se recogen:
- Las alergias a medicamentos, alimentos o sustancias como el látex. Aporte los informes que tenga si se las han estudiado.
- Los hábitos tóxicos. Es decir, si fuma, bebe alcohol o consume drogas. Es aconsejable dejar estos hábitos en las 4 semanas previas a la intervención y completamente mínimo 10 días previos a operarse, ya que disminuye el riesgo de complicaciones.
- Los antecedentes patológicos. Es decir, todas las enfermedades que padezca o haya sufrido.
- Los antecedentes quirúrgicos. Es decir, los tipos de cirugía y anestesia que le han realizado previamente y si ha habido algún problema. En este momento es importante que explique si ha presentado vómitos o náuseas postoperatorios o si es una persona que se marea con facilidad. Es muy poco frecuente vomitar en el postoperatorio, pero en algún caso puede ocurrir y es preferible avisar a su anestesiólogo para que le administre fármacos especiales preventivos para las náuseas y vómitos.
- La medicación habitual que se toma. Es frecuente que su anestesiólogo pueda visualizar esta medicación en el ordenador, pero en ocasiones no está actualizada así que es recomendable llevar preparada la medicación que toma, el horario y la cantidad.
- Se recogerán los resultados de las pruebas complementarias previamente realizadas.
- Estudio de la vía aérea. Le realizará una serie de pruebas, como abrir la boca, ponerse de lado o estirar el cuello hacia arriba. Esto se realiza para evaluar la facilidad o no de colocar el tubo orotraqueal necesario para respirar durante una anestesia general.
- Le preguntarán su peso, su talla y la edad para realizar los cálculos de las dosis de los diferentes fármacos que se administran para realizar una anestesia.
Se le explicarán los diferentes tipos de anestesia que le pueden realizar: En el caso de la colectomía es necesaria una anestesia general. También puede realizarse algún tipo de bloqueo nervioso para disminuir el dolor en el postoperatorio. Tenga en cuenta que normalmente no suele ser lo mismo el anestesiólogo que le realiza el preoperatorio y el anestesiólogo que la anestesia en quirófano. Este segundo será quien tomará la decisión última del tipo de anestesia a realizar.
Le darán un consentimiento informado específico según el cual acepta ser anestesiado: Seguramente previamente, también haya firmado el consentimiento según el cual acepta la cirugía que le van a realizar.
En función de la medicación que tome, se le darán unas pautas si hay alguna medicación que tenga que dejar previamente: Algunos de los fármacos que suelen suspenderse son anticoagulantes y/o antiagregantes como el sintrom®, Pradaxa®, xarelto®, plavix® , adiro® (este último, a veces no se suspende)... Es importante que esta medicación la suspenda exactamente como le recomiende su anestesiólogo, ya que esto hará que no tenga riesgo de sangrado excesivo durante la cirugía, pero tampoco de formar trombas (coágulos) en los vasos sanguíneos que le pueden ser perjudiciales.
Le explicarán el ayuno previo que debe realizar: Generalmente, se recomienda no tomar nada sólido durante las 6 horas previas a la cirugía. En algunos programas se le dará unos concentrados de glucosa (sugarmix®) que podrá tomar hasta 6 horas antes de su admisión en el hospital. En algunos casos sí puede tomar su medicación habitual con un trago pequeño de agua, si es que así se lo indican.
Durante este proceso, se resolverán también las dudas que pueda tener.