Preoperatorio
La duodenopancreatectomía cefálica es un procedimiento quirúrgico en el cual se extrae la cabeza del páncreas, la vía biliar por debajo del hígado, la parte inferior del estómago, la vesícula biliar o vejiga de la hiel, el duodeno. El páncreas es un órgano situado en la parte superior del abdomen y posterior, por detrás del estómago, entre el bazo y el duodeno, a nivel de la primera y la segunda vértebra lumbar y junto a las glándulas suprarrenales.
La duodenopancreatectomia cefálica puede ser necesaria para tratar o prevenir enfermedades que afectan el páncreas, a la vía biliar inferior o distal, al duodeno o a la papila de Váter.
¿Qué es el páncreas?
Es un órgano sólido situado en el abdomen superior y posterior, por detrás del estómago, entre el bazo y el duodeno, a nivel de la primera y la segunda vértebra lumbar y junto a las glándulas suprarrenales. Es un órgano sólido que básicamente tiene 2 funciones dado que se compone de 2 tipos de tejidos diferentes: el páncreas exocrno, que es el que secreta enzimas al tubo digestivo por la absorción de las grasas, y el páncreas endocrino, que segrega hormonas al flujo sanguíneo, como glucagón e insulina para controlar los niveles de azúcar a la sangre.
Las enfermedades que afectan el páncreas y requieren intervenciones quirúrgicas son complejos. La mayoría de cánceres de páncreas se originan en el páncreas exocnoí, y la mayor parte de ellos, alrededor del 75%, se dan en la cabeza y el cuello del páncreas, un 15-20% en el cuerpo y el resto en la cola del páncreas. Histológicamente, el tipo de cáncer de páncreas más habitual, es el adenocarcinoma. Otros tipos de cáncer de páncreas, menos frecuentes, son los carcinomas de células acinares y los pancreatoblastomas.
En el páncreas endocrino, aparecen otro tipo de tumores, poco frecuentes, que se denominan tumores neuroendocrinos. El diagnóstico, el tratamiento y el pronóstico, de estos tipos de tumores es diferente a los tumores que derivan del páncreas exocrino.
Para mejorar todo el proceso desde el diagnóstico, un equipo de profesionales velará por usted en todo momento.
Después de valorar los riesgos y beneficios, el cirujano especializado en esta área, le explicará de forma individualizada las diferentes opciones de tratamiento y cuál es la que mejor se adecúa a su caso particular. Para hacerlo, tendrá en cuenta las características de su lesión y su estado de salud basal. Además, el paciente y la familia tendrán la oportunidad de resolver las dudas que pueda tener.
En la visita o en la sala de hospitalización convencional, en el supuesto de que esté ingresado, sus médicos le explicarán los siguientes puntos:
¿Qué es una pancreatectomía?
La pancreatectomía es un procedimiento quirúrgico en el cual se extirpa parte del páncreas o totalmente, dependiendo de la patología y del resultado intraoperatorio que nos da el patólogo durante la cirugía.
Las pancreatectomies se llevan a cabo en pacientes que presentan patología a nivel pancreático, sea benigno, premaligno o maligno, dependiendo de la patología.
- Patología benigna: Pancreatitis crónica, quistes pancreáticos sintomáticos.
- Patología premaligna: Quistes pancreáticos con signos de malignidad, tumores neuroendocrinos.
- Patología maligna: Adenocarcinomas, carcinomas de células acinares, carcinomas neuroendocrinos.
¿Qué tipos de pancreatectomias existen?
Hay diferentes tipos de pancreatectomias, que se ofrecerán dependiendo de si la patología que operamos es benigna, premaligna o maligna.
- Duodenopancreatectomía cefálica: Extirpación de la cabeza del páncreas junto con la parte distal del estómago, la vía biliar, la vejiga de la hiel, el duodeno.
- Pancreatectomía corporo caudal: Extirpación del cuerpo y cola del páncreas, con el bazo si se trata de patología maligna, y sin el bazo si estamos ante patología benigna.
- Duodenopancreatectomía total: Extirpación de todo el páncreas, junto con la parte distal del estómago, la vía biliar, la vejiga de la hiel, el duodeno.
- Pancreatectomía cefálica con preservación duodenal: Extirpación de la cabeza del páncreas, pero sin extirpar el duodeno, ni la vía biliar.
- Pancreatectomía medial: Extirpación del cuello del páncreas. Esta cirugía sólo se puede plantear en un contexto de benignidad.
- Uncinectomia: Extirpación de una parte de la cabeza del páncreas, que se denomina proceso uncinado. Esta cirugía sólo se puede plantear en un contexto de benignidad.
¿Qué abordajes quirúrgicos existen y qué realizaremos en su caso?
Existen diferentes tipos de acceso quirúrgico al abdomen:
Abierto: Se realiza una incisión en la pared abdominal, que se conoce con el nombre de laparotomía, para acceder a la cavidad abdominal, que es donde se encuentra el páncreas. El cirujano, bajo visión directa del campo quirúrgico y trabajando con sus manos y con la ayuda del instrumental quirúrgico, libera el páncreas adecuadamente de las estructuras que lo rodean para poder extirparlo.
Mínimamente invasivo:
- Laparoscopia convencional: se hacen 4-5 incisiones pequeñas que permiten introducir en el interior del abdomen una cámara y diferentes herramientas quirúrgicas con las que trabaja el cirujano, sin usar las manos directamente y visualizando la cavidad abdominal en una pantalla. La intervención que se hace es la misma que en cirugía abierta.
- Laparoscopia robótica (o Da Vinci): Se trata de una modificación de la vía laparoscopia en que los instrumentos son manipulados por el cirujano mediante un "robot" o "mando a distancia especial". Este abordaje ofrece ventajas técnicas respecto a la laparoscopia convencional, como la visión 3D y mayor precisión.
La cirugía mínimamente invasiva, en general, ayuda a la recuperación postoperatoria más rápidamente en cuanto a menos dolor, mejor recuperación del tráfico intestinal, movilización precoz por la mejora en el control del dolor y menos riesgo de infección… entre otros.
¿Cuáles son los riesgos de la cirugía?
La cirugía pancreática, es una cirugía mayor, con complicaciones en el postoperatorio. Además de los riesgos generales, de una intervención quirúrgica más o menos grave (alergias, hemorragias, infección urinaria, infección de catéter, infección de la herida quirúrgica, infartos, embolias), la cirugía pancreática tiene riesgos específicos, algunos de los cuales se detallan a continuación:
- Vaciado gástrico lento: Es la complicación más frecuente, el estómago no puede vaciar correctamente el alimento porque su movilidad no es adecuada o porque hay una inflamación adyacente.
- Fístula pancreática, fístula biliar, fístula de la sutura digestiva, en la cual se produce un escape de los líquidos digestivos a través de la sutura o unión.
Otras complicaciones menos frecuentes son la infección intrabdominal y la hemorragia, tanto en el postoperatorio inmediato como en el tardío. Algunas de estas complicaciones pueden necesitar una nueva intervención quirúrgica para su tratamiento. Otras veces, se pueden tratar de una forma menos agresiva, generalmente, mediante técnicas de radiología intervencionista, punción y drenaje de las colecciones intrabdominales, y embolizaciones en caso de hemorragias.
En algunas ocasiones, estas complicaciones pueden ser tan graves que lleguen a producir la muerte del paciente. A pesar de que la mortalidad hoy en día es muy baja, no es inexistente. Sea por un estado de salud frágil previo a la cirugía o por complicaciones quirúrgicas, el riesgo de defunción existe, pero hay recursos disponibles para intentar evitarlo.
La frecuencia de aparición y la gravedad de estas complicaciones depende, en gran medida, de la situación del paciente antes de la cirugía, tanto nutricionalmente como fisiológicamente.
El riesgo de la aparición de complicaciones durante el postoperatorio aumenta con la edad, y en el caso de los pacientes diabéticos, obesos o si presentan enfermedades cardiológicas, etc.
Por otro lado, si usted sufre alguna enfermedad previa, esta también puede empeorar después de la intervención. Este es el caso de la diabetes, algunos trastornos digestivos (aumento de gases, aumento del número de deposiciones, molestias abdominales ocasionales, pérdida de peso). La mayor parte de estas complicaciones se podrán controlar con una dieta apropiada, pero es posible que sea necesario utilizar algunos medicamentos como la insulina para controlar la diabetes, o enzimas pancreáticas para mejorar los trastornos digestivos enumerados anteriormente.
Consentimiento informado
Usted tratará con el cirujano el motivo de la indicación de la intervención. En algunos casos, su problema puede presentar varias opciones y conjuntamente tendrán que decidir cuál es la más oportuna para usted. En otras ocasiones, puede haber una opción claramente necesaria para conseguir los objetivos del tratamiento y su cirujano se lo explicará para que usted pueda comprenderlo. Hay ocasiones en que tenemos muchas pruebas a favor de una decisión y otros en que los resultados esperables puedan no ser tan conocidos. De acuerdo con el conocimiento científico que haya, su equipo y usted tomarán una decisión. También es importante saber que, a veces, la intervención puede tener una intención curativa a largo plazo (como puede ser el tratamiento del cáncer de páncreas) mientras que, otras, lo que se le ofrece es una posibilidad de mejora a pesar de saber que la corrección del problema es difícil o que los resultados no perduran siempre en el tiempo.
El consentimiento informado es el derecho del paciente a ser informado específicamente del procedimiento quirúrgico que se le realizará teniendo en cuenta su situación personal. Le proporcionaremos información y respuestas a sus preguntas para que pueda evaluar los beneficios y riesgos y consentir someterse a la cirugía planteada, conociendo la información disponible. Usted tiene derecho a retractarse en cualquier momento previo a la cirugía y se le informará, de nuevo, de las consecuencias posibles si no se lleva a cabo la cirugía.
Podrían pedirle que consintiera también en otras cuestiones, como puede ser la realización de un estudio, la toma de muestras o imágenes o la consulta de su historia clínica. En caso de ser así, se lo explicarán específicamente.
Las pruebas deben haberse realizado, generalmente, dentro de los 6 meses previos a la cirugía. Las pruebas que le realizarán para la intervención son:
- Análisis de sangre. Le harán una analítica básica en la que seguramente se pedirá:
- Hemograma. Los tres parámetros más importantes son
- Hemoglobina (medida indirecta de los glóbulos rojos). Sirve para comprobar que no esté anémico antes de someterse a una cirugía en la que se pueden producir pérdidas sanguíneas
- Leucocitos (conocidos como glóbulos blancos). Sirve para comprobar que tiene un correcto nivel de defensas (no deben estar por debajo de los valores normales) y para descartar que no haya ningún proceso infeccioso (no deben estar por encima de los valores normales)
- Plaquetas. Participan en el proceso de la coagulación y ayudan a reparar los vasos sanguíneos cuando se lesionan para evitar el sangrado
- Hemograma. Los tres parámetros más importantes son
- Coagulación. Sirve para comprobar que los distintos factores que intervienen en la coagulación funcionan correctamente. Estas pruebas pueden estar alteradas si se toma tratamientos anticoagulantes (por ejemplo, sintrom®) o si se tiene una función hepática incorrecta
- Bioquímica. Se solicitarán algunos parámetros para ver la función renal, enzimas hepáticas, iones como el sodio y el potasio y la glicemia. Dado que se suele pedir la glicemia, es conveniente realizar la analítica en ayunas
- Radiografía de tórax. Se realiza para evaluar
- El pulmón y la pleura
- El corazón
- Electrocardiograma. Permite comprobar el ritmo cardíaco y descartar distintos tipos de arritmia.
Una intervención quirúrgica supone una agresión controlada al organismo con un objetivo terapéutico. Por lo tanto, se necesita que usted se encuentre en las mejores condiciones para responder desde el punto de vista físico.
A continuación, le explicamos cómo lo ayudaremos para prepararse para ir a quirófano.
Plan de la visita:
Revisar que se han hecho todas las pruebas preparatorias necesarias.
Explicar cómo transcurrirá el ingreso en caso de que, como esperamos, no presente ninguna complicación.
Realizaremos una serie de preguntas que nos servirán para detectar qué aspectos son más importantes a trabajar con usted para que su preparación y recuperación posterior sean un éxito. Detección de posibles dificultades en el postoperatorio en casa por falta de apoyo adecuado y activación de los circuitos disponibles.
Resolución de dudas sobre su enfermedad o el proceso de hospitalización.
Explicación sobre la PREHABILITACIÓN, es decir, de como es debido que se prepare en función de su situación personal, a tres niveles: preparación física, preparación nutricional y preparación psicológica.
¿Qué es la PREHABILITACIÓN?
La prehabilitación es un programa diseñado para mejorar la capacidad funcional del paciente antes de la cirugía, mediante la actuación en 3 aspectos: actividad física, adecuada nutrición y reducción del componente de ansiedad y frustración.
Preparación física:
Valoración del estado general y de la forma física, respiratoria y presencia de anemia. La evaluación física se realizará mediante un test de la marcha (si la visita puede ser presencial) o mediante unas preguntas (si la visita es telemática).
En ambos casos, se le ofrecerá un plan de entrenamiento ajustado a sus necesidades, que tendrá que seguir hasta el día previo a la cirugía. Consistirá en hacer ejercicio físico sin hacer sobreesfuerzos, pero continuado. Se basará en actividades de flexibilidad, fuerza y respiración.
La enfermera que le haga el seguimiento, le explicará el tipo de ejercicio y su frecuencia. Además, posiblemente, lo visite un fisioterapeuta que le explicará las pautas de ejercicios de fisioterapia previos a una intervención de cirugía general. Este documento contiene información de ejercicios respiratorios, de ejercicios activos con los brazos/piernas y finalmente información de cómo se tiene que movilizar. Cumplir con este entrenamiento, tendrá una repercusión muy importante en la mejora de su salud.
En la consulta, también le explicarán los beneficios de llevar a cabo una movilización precoz después de la cirugía (lo veremos en el apartado de hospitalización). En el hospital, le explicaremos en qué momento se tiene que sentar, ponerse derecho o andar con la ayuda del personal necesario. Recuerde que se recomienda una movilización precoz porque muchos estudios científicos han demostrado una mejora de resultados en salud y una disminución de las complicaciones después de la cirugía.
Usted puede tener anemia (falta de hierro) en el momento del diagnóstico, a consecuencia de su enfermedad o por otras enfermedades crónicas. En caso de que su analítica de sangre muestre anemia, es posible que necesite diferentes tratamientos para mejorar su condición antes de la cirugía. El tratamiento podrá ser oral o intravenoso. En caso de que necesite tratamiento de hierro intravenoso, se realizará de manera ambulatoria en el Hospital de día.
Preparación nutricional:
Antes de indicarle cualquier tipo de dieta, tendremos que hacerle una evaluación de su estado nutricional. Esta se hará con un test muy simple basado en 3 preguntas:
- Pérdida de peso involuntaria en los últimos meses
- Índice de masa corporal (relación peso/talla)
- Enfermedades agudas con que conviva en su proceso actual
Según el resultado de este test, podrá ser derivado, si hiciera falta, a un especialista en nutrición para hacer un seguimiento individualizado antes de la operación.
En general, recomendamos una dieta rica en proteínas, sobre todo después de cada sesión de ejercicio.
En algunos programas, como por ejemplo el ERAS, se le darán unos concentrados de glucosa (sugarmix) que podrá tomar hasta 3-4 h antes de la admisión en el hospital.
Deshabituación de tóxicos como el tabaco o el alcohol y drogas.
Será imprescindible que reduzca al máximo el consumo de todo tipo de bebidas alcohólicas y/o tabaco.
Las posibles complicaciones, resultado de la cirugía, disminuyen de manera demostrada en pacientes que cumplen esta deshabituación durante un periodo mínimo de 3-4 semanas antes de la operación. Por eso, puede ser visitado por equipos especializados que lo ayudarán a dejar de fumar y/o beber antes de la cirugía.
Preparación psicológica:
Durante todo el proceso, dispondrá de atención telefónica de los profesionales del hospital para resolver dudas que le puedan surgir en casa. En concreto, se le facilitará un teléfono de contacto de la enfermera clínica del proceso pancreático.
Tiene que ser responsable activo de las actividades propuestas para saber qué pasará cada día después de la operación y así poder cumplir los objetivos de su recuperación.
Si su operación es por razones oncológicas, también puede ser que le programen una visita con el equipo de psicooncología.
Con los resultados de las pruebas preoperatorias y después de la visita con enfermería se le programará una visita con el anestesiólogo para comprobar que todo está correcto antes de la cirugía.
Plan de la visita:
Realizar un documento preoperatorio en el que se recogen:
- Las alergias a medicamentos, alimentos o sustancias como el látex. Aporte los informes que tenga si se las han estudiado.
- Los hábitos tóxicos. Es decir, si fuma, bebe alcohol o consume drogas. Es aconsejable dejar estos hábitos en las 4 semanas previas a la intervención y completamente mínimo 10 días previos a operarse, ya que disminuye el riesgo de complicaciones.
- Los antecedentes patológicos. Es decir, todas las enfermedades que padezca o haya sufrido.
- Los antecedentes quirúrgicos. Es decir, los tipos de cirugía y anestesia que le han realizado previamente y si ha habido algún problema. En este momento es importante que explique si ha presentado vómitos o náuseas postoperatorios o si es una persona que se marea con facilidad. Es muy poco frecuente vomitar en el postoperatorio, pero en algún caso puede ocurrir y es preferible avisar a su anestesiólogo para que le administre fármacos especiales preventivos para las náuseas y vómitos.
- La medicación habitual que se toma. Es frecuente que su anestesiólogo pueda visualizar esta medicación en el ordenador, pero en ocasiones no está actualizada así que es recomendable llevar preparada la medicación que toma, el horario y la cantidad.
- Se recogerán los resultados de las pruebas complementarias previamente realizadas.
- Estudio de la vía aérea. Le realizará una serie de pruebas, como abrir la boca, ponerse de lado o estirar el cuello hacia arriba. Esto se realiza para evaluar la facilidad o no de colocar el tubo orotraqueal necesario para respirar durante una anestesia general.
- Le preguntarán su peso, su talla y la edad para realizar los cálculos de las dosis de los diferentes fármacos que se administran para realizar una anestesia.
Se le explicarán los diferentes tipos de anestesia que le pueden realizar: En el caso de la colectomía es necesaria una anestesia general. También puede realizarse algún tipo de bloqueo nervioso para disminuir el dolor en el postoperatorio. Tenga en cuenta que normalmente no suele ser lo mismo el anestesiólogo que le realiza el preoperatorio y el anestesiólogo que la anestesia en quirófano. Este segundo será quien tomará la decisión última del tipo de anestesia a realizar.
Le darán un consentimiento informado específico según el cual acepta ser anestesiado: Seguramente previamente, también haya firmado el consentimiento según el cual acepta la cirugía que le van a realizar.
En función de la medicación que tome, se le darán unas pautas si hay alguna medicación que tenga que dejar previamente: Algunos de los fármacos que suelen suspenderse son anticoagulantes y/o antiagregantes como el sintrom®, Pradaxa®, xarelto®, plavix® , adiro® (este último, a veces no se suspende)... Es importante que esta medicación la suspenda exactamente como le recomiende su anestesiólogo, ya que esto hará que no tenga riesgo de sangrado excesivo durante la cirugía, pero tampoco de formar trombas (coágulos) en los vasos sanguíneos que le pueden ser perjudiciales.
Le explicarán el ayuno previo que debe realizar: Generalmente, se recomienda no tomar nada sólido durante las 6 horas previas a la cirugía. En algunos programas se le dará unos concentrados de glucosa (sugarmix®) que podrá tomar hasta 3-4 horas antes de su admisión en el hospital. En algunos casos sí puede tomar su medicación habitual con un trago pequeño de agua, si es que así se lo indican.
Durante este proceso, se resolverán también las dudas que pueda tener.