Preoperatorio
La septoplastia o cirugía del tabique nasal es el procedimiento quirúrgico con el cual se modifica la forma del tabique nasal (tabique nasal) para enderezarlo y rectificar desviaciones.
La radiofrecuencia de cornetes es el procedimiento con el cual se disminuye la medida de los cornetes inferiores.
Ambos procedimientos tienen como objetivo mejorar el paso del aire a través de la fosa nasal y, de este modo, disminuir la insuficiencia respiratoria nasal. Los dos procedimientos son complementarios y en función de cada paciente se podrá practicar uno o los dos a la vez.
Anatomía nasal
La cavidad nasal es la primera parte del aparato respiratorio. El tabique nasal está formado por cartílago en la parte más anterior y por hueso, en la más posterior. Divide la cavidad nasal en dos fosas simétricas: la derecha y la izquierda. En la pared lateral de cada fosa se encuentran unas estructuras llamadas cornetes nasales. Generalmente, son 3 (inferior, mediano y superior) y su función es humidificar, calentar y filtrar el aire.


Después de valorar riesgos y beneficios, el otorrinolaringólogo le explicará, de forma individualizada, las diferentes opciones de tratamiento y qué es la que mejor se adecua a su caso. También tendrá la oportunidad de resolver las dudas que pueda tener.
¿Qué es una septoplastia?
La septoplastia es el procedimiento quirúrgico con el cual se modifica la forma del tabique nasal para enderezarlo y rectificar desviaciones que puedan estar afectando el flujo del aire. La desviación puede ser congénita o ser consecuencia de algún traumatismo. Tiene que tener en cuenta que la forma de su nariz no cambiará.

Se hace un corte en la mucosa del tabique nasal para separarla del cartílago y del hueso. Una vez separada, se localizan los puntos de desviación y después de hacer varios cortes se extraen de manera segura.
Casi siempre se colocan tapones nasales (Merocel®) en ambas fosas para estabilizar la zona intervenida y evitar sangrados. Estos tapones se dejan durante 3-5 días y después se sacan. A veces también se refuerza la mucosa septal con una lámina fina de silicona (Silastic®). Estas láminas se mantienen durante 2-3 semanas y posteriormente se sacan.

¿Qué es una radiofrecuencia de cornetes?
La radiofrecuencia de cornetes es un procedimiento que, en ocasiones contadas, se puede hacer de manera individual, si bien normalmente se combina con la cirugía de la septoplastia para mejorar el paso de aire. Por eso, seguramente, en su caso, le habremos propuesto de practicarle una septoplastia y radiofrecuencia de cornetes.
A través de este procedimiento se disminuye el tamaño de los cornetes inferiores mediante un electrodo que produce un aumento de temperatura. Generalmente, se colocan unas gasas con anestesia local antes del procedimiento, y posteriormente se pasa a pinchar el cornet inferior con el electrodo para realizar la radiofrecuencia.

¿Cuáles son los tipos de abordajes quirúrgicos?
La cirugía se puede llevar a cabo mediante dos abordajes, sin que el resultado del procedimiento cambie. Que se haga uno u otro dependerá de la desviación septal o de la preferencia del cirujano. En ninguno de los casos no le quedará cicatriz a la piel.
- Abordaje directo: el cirujano opera con visión directa, ayudado por una fuente de luz que facilita el procedimiento.
- Abordaje endoscópico: mediante un endoscopio (cámara) nasal se visualiza el campo con más detalle a través de una pantalla.
¿Afectará mi olfato?
En el postoperatorio inmediato llevará tapones nasales que impedirán una correcta percepción del olfato. Además, la misma inflamación después de la cirugía puede hacer que se vea afectado durante un tiempo. Posteriormente, no tiene que tener problemas de olfato.
¿Cuáles son los riesgos de la cirugía?
Además de riesgos generales de una intervención quirúrgica más o menos graves (alergias, infartos, embolias, etc.), la septoplastia con radiofrecuencia tiene riesgos específicos, algunos de los cuales se detallan a continuación:
- Sangrado. La nariz es una estructura mucho vascularitzada y en el tabique nasal confluyen arterias de diferente origen, por lo cual es habitual que durante la cirugía sangre. Si pasa en este momento, el control del sangrado es inmediato. Después de la cirugía, es normal que tenga contenido mucoso-sanguinolent de cantidad limitada. En raras ocasiones se produce un sangrado importando que requiera una intervención urgente.
- Infección. A pesar de todas las medidas de prevención, existe un riesgo de infección que se intenta prevenir con tratamiento antibiótico durante la cirugía y una vez ya está en casa suya.
- Alteración estética del dorso nasal. Si durante la cirugía se extrae demasiado cartílago, el dorso nasal puede verse debilitado y caer. Si esto sucede, se intenta realizar una corrección en el mismo acto quirúrgico.
- Fístula de líquido cefalorraquídeo. A causa de la proximidad con el cerebro, se puede crear de manera accidental una conexión entre la nariz y el cerebro, produciendo una salida de líquido cefalorraquídeo (el líquido que rodea el cerebro y la médula espinal). La mayor parte a veces se identifica y se repara en el mismo acto quirúrgico.
- Perforación septal. Durante la cirugía se manipula la mucosa nasal y, a veces, pueden suceder pequeños desgarros. Habitualmente son mínimos y con la colocación de las láminas de Silastic® cicatrizan correctamente. En algunas ocasiones puede quedar una pequeña perforación septal, que normalmente no causa ningún tipo de molestia.
- Alteraciones del olfato y del gusto. Como que en el postoperatorio llevará taponamiento nasal que impedirá que respire con normalidad, puede verse afectado el olfato y también el gusto.
- Parestesias. Son alteraciones de la sensibilidad localizadas a nivel de la encía/dientes debido a la manipulación del suelo de la fosa nasal.
Consentimiento informado
Usted tratará con el cirujano el motivo de la indicación de la intervención. En algunos casos, su problema puede presentar varias opciones y conjuntamente tendrán que decidir cuál es la más oportuna para usted. En otras ocasiones, puede haber una opción claramente necesaria para conseguir los objetivos del tratamiento y su cirujano se lo explicará para que usted pueda comprenderlo. Hay ocasiones en que tenemos muchas pruebas a favor de una decisión y otros en que los resultados esperables podan no ser tan conocidos. De acuerdo con el conocimiento científico que haya, su equipo y usted tomarán una decisión.
El consentimiento informado es el derecho del paciente a ser informado específicamente del procedimiento quirúrgico que se le realizará teniendo en cuenta su situación personal. Le proporcionaremos información y respuestas a sus preguntas para que pueda evaluar los beneficios y los riesgos y consentir someterse a la cirugía planteada todo conocen la información disponible. Usted tiene derecho a retractarse en cualquier momento previo a la anestesia y se lo informará, de nuevo, de las posibles consecuencias si no se realiza la cirugía.
Podrían pedirle que consintiera también en otras cuestiones como puede ser la realización de un estudio, la presa de muestras o imágenes o la consulta de su historia clínica. Si es el caso, se lo explicarán específicamente.
Las pruebas deben haberse realizado, generalmente, dentro de los 6 meses previos a la cirugía con un máximo de un año. Las pruebas que le realizarán para la intervención son:
- Análisis de sangre. Le harán una analítica básica en la que seguramente se pedirá:
- Hemograma. Los tres parámetros más importantes son
- Hemoglobina (medida indirecta de los glóbulos rojos). Sirve para comprobar que no esté anémico antes de someterse a una cirugía en la que se pueden producir pérdidas sanguíneas
- Leucocitos (conocidos como glóbulos blancos). Sirve para comprobar que tiene un correcto nivel de defensas (no deben estar por debajo de los valores normales) y para descartar que no haya ningún proceso infeccioso (no deben estar por encima de los valores normales)
- Plaquetas. Participan en el proceso de la coagulación y ayudan a reparar los vasos sanguíneos cuando se lesionan para evitar el sangrado
- Hemograma. Los tres parámetros más importantes son
- Coagulación. Sirve para comprobar que los distintos factores que intervienen en la coagulación funcionan correctamente. Estas pruebas pueden estar alteradas si se toma tratamientos anticoagulantes (por ejemplo, sintrom®) o si se tiene una función hepática incorrecta
- Bioquímica. Se solicitarán algunos parámetros para ver la función renal, enzimas hepáticas, iones como el sodio y el potasio y la glicemia. Dado que se suele pedir la glicemia, es conveniente realizar la analítica en ayunas
- Radiografía de tórax. Se realiza para evaluar
- El pulmón y la pleura
- El corazón
- Electrocardiograma. Permite comprobar el ritmo cardíaco y descartar distintos tipos de arritmia.
Con los resultados de las pruebas preoperatorias y después de la visita con enfermería se le programará una visita con el anestesiólogo para comprobar que todo está correcto antes de la cirugía.
Plan de la visita:
Realizar un documento preoperatorio en el que se recogen:
- Las alergias a medicamentos, alimentos o sustancias como el látex. Aporte los informes que tenga si se las han estudiado.
- Los hábitos tóxicos. Es decir, si fuma, bebe alcohol o consume drogas. Es aconsejable dejar estos hábitos en las 4 semanas previas a la intervención y completamente mínimo 10 días previos a operarse, ya que disminuye el riesgo de complicaciones.
- Los antecedentes patológicos. Es decir, todas las enfermedades que padezca o haya sufrido.
- Los antecedentes quirúrgicos. Es decir, los tipos de cirugía y anestesia que le han realizado previamente y si ha habido algún problema. En este momento es importante que explique si ha presentado vómitos o náuseas postoperatorios o si es una persona que se marea con facilidad. Es muy poco frecuente vomitar en el postoperatorio, pero en algún caso puede ocurrir y es preferible avisar a su anestesiólogo para que le administre fármacos especiales preventivos para las náuseas y vómitos.
- La medicación habitual que se toma. Es frecuente que su anestesiólogo pueda visualizar esta medicación en el ordenador, pero en ocasiones no está actualizada así que es recomendable llevar preparada la medicación que toma, el horario y la cantidad.
- Se recogerán los resultados de las pruebas complementarias previamente realizadas.
- Estudio de la vía aérea. Le realizará una serie de pruebas, como abrir la boca, ponerse de lado o estirar el cuello hacia arriba. Esto se realiza para evaluar la facilidad o no de colocar el tubo orotraqueal necesario para respirar durante una anestesia general.
- Le preguntarán su peso, su talla y la edad para realizar los cálculos de las dosis de los diferentes fármacos que se administran para realizar una anestesia.
Se le explicarán los diferentes tipos de anestesia que le pueden realizar: En el caso de la colectomía es necesaria una anestesia general. También puede realizarse algún tipo de bloqueo nervioso para disminuir el dolor en el postoperatorio. Tenga en cuenta que normalmente no suele ser lo mismo el anestesiólogo que le realiza el preoperatorio y el anestesiólogo que la anestesia en quirófano. Este segundo será quien tomará la decisión última del tipo de anestesia a realizar.
Le darán un consentimiento informado específico según el cual acepta ser anestesiado: Seguramente previamente, también haya firmado el consentimiento según el cual acepta la cirugía que le van a realizar.
En función de la medicación que tome, se le darán unas pautas si hay alguna medicación que tenga que dejar previamente: Algunos de los fármacos que suelen suspenderse son anticoagulantes y/o antiagregantes como el sintrom®, Pradaxa®, xarelto®, plavix® , adiro® (este último, a veces no se suspende)... Es importante que esta medicación la suspenda exactamente como le recomiende su anestesiólogo, ya que esto hará que no tenga riesgo de sangrado excesivo durante la cirugía, pero tampoco de formar trombas (coágulos) en los vasos sanguíneos que le pueden ser perjudiciales.
Le explicarán el ayuno previo que debe realizar: Generalmente, se recomienda no tomar nada sólido durante las 6 horas previas a la cirugía. En algunos programas se le dará unos concentrados de glucosa (sugarmix®) que podrá tomar hasta 3-4 horas antes de su admisión en el hospital. En algunos casos sí puede tomar su medicación habitual con un trago pequeño de agua, si es que así se lo indican.
Durante este proceso, se resolverán también las dudas que pueda tener.