Preoperatorio
La tiroidectomía es un procedimiento quirúrgico en que se extrae parcial o totalmente la glándula tiroides.
¿Qué es la glándula tiroides?
La tiroides es una glándula en forma de mariposa situada a la parte anterior y baja del cuello. A ambos lados de la tiroides encontramos dos estructuras importantes: el nervio recurrente (que abre y valla las cuerdas vocales) y las glándulas paratiroides (que regulan los niveles de calcio del cuerpo).
La función de la glándula tiroides es producir las hormonas necesarias para el metabolismo corporal (regular el consumo de energía, la temperatura, la frecuencia cardíaca entre otros).

Después de valorar riesgos y beneficios, el cirujano endocrino le explicará, de forma individualizada, las diferentes opciones de tratamiento y cuál es la que mejor se adecua a su caso. Para hacerlo, tendrá en cuenta las características de su lesión y su estado de salud. También tendrá la oportunidad de resolver las dudas que pueda tener.
Es posible que el cirujano que lo visite en la consulta, el que le haga la operación y el que lo visite a la planta no sea el mismo. En cualquier caso, todos estos cirujanos son miembros del mismo equipo y comparten la información de su caso, tanto antes de la intervención como durante el ingreso.
Los temas que le explicarán serán los siguientes:
¿Qué es una tiroidectomía?
La tiroidectomía es un procedimiento quirúrgico en que se extrae parcialmente o totalmente la glándula tiroides. La tiroidectomía puede ser necesaria para tratar nódulos, tiroides de medida grande (bocio), funcionamiento excesivo de la glándula (hipertiroidismo) y, el cáncer.
¿Qué tipos de tiroidectomía existen?



Vaciamiento ganglionar: extirpación de los ganglios de la zona del cuello, cirugía que puede ser necesaria en algunos casos de cáncer de tiroides.

¿Cuáles son los tipos de abordajes quirúrgicos?
Hay 2 tipos de acceso quirúrgico:
- Abierto. Se realiza una incisión en el cuello para acceder en la zona donde se encuentra situada la glándula tiroides. El cirujano, con visión directa del campo quirúrgico y trabajando con las manos y el instrumental, libera la glándula tiroides adecuadamente de las estructuras que lo rodean, para poder extirparla.

- Mínimamente invasivo. Abordaje vestibular de la tiroidectomía endoscópica transoral. Consiste en realizar 3 pequeñas incisiones por última del labio (veáis imagen en rojo), que permiten introducir en la zona del cuello, diferentes herramientas quirúrgicas y una cámara para poder extirpar la glándula tiroides. Este abordaje solo se puede realizar en cierto tipo de tiroides.

¿Cuáles son los riesgos de la cirugía?
La cirugía de la glándula tiroides es una cirugía mayor con riesgos potencialmente graves. Además de los riesgos generales de una intervención quirúrgica más o menos graves (alergias, infartos, embolias o empeoramiento de las patologías crónicas), la cirugía de la glándula tiroides tiene los siguientes riesgos específicos:
- Riesgos poco graves y frecuentes. Alteraciones en la cicatrización de la herida quirúrgica; colección de líquido a la herida quirúrgica (seroma); rampas y/u hormigueos transitorios en manso y/o pies que desaparecen con tratamiento; alteraciones transitorias de la voz y/o de la deglución; flebitis y dolor prolongado en el lugar de la cirugía.
- Riesgos poco frecuentes y graves. Hematoma importante del cuello; alteraciones permanentes de la voz; necesidad de tratamiento con calcio de forma permanente; fístula del conducto torácico (en caso de buidament ganglionar cervical). Estas complicaciones habitualmente se resuelven con tratamiento médico, pero pueden requerir una reintervención, generalmente de urgencia, y de forma excepcional necesitan traqueostomía.
- Defunción. A pesar de que la mortalidad hoy en día es muy baja, no es inexistente. Pero, hay recursos disponibles para intentar evitarlo.
Consentimiento informado
Usted tratará con el cirujano el motivo de la indicación de la intervención. En algunos casos, su problema puede presentar varias opciones y conjuntamente tendrán que decidir cuál es la más oportuna para usted. En otras ocasiones, puede haber una opción claramente necesaria para conseguir los objetivos del tratamiento y su cirujano se lo explicará para que usted pueda comprenderlo.
De acuerdo con el conocimiento científico que haya, su equipo y usted tomarán una decisión.
También es importante saber que, a veces, la intervención puede tener una intención curativa a largo plazo mientras que, otras veces, el que se le ofrece es una posibilidad de mejora a pesar de saber que la corrección total del problema es difícil o que los resultados no perduran siempre en el tiempo.
El consentimiento informado es el derecho del paciente a ser informado específicamente del procedimiento quirúrgico que se le realizará teniendo en cuenta su situación personal. Le proporcionaremos información y respuestas a sus preguntas para que pueda evaluar los beneficios y los riesgos y consentir someterse a la cirugía planteada todo conocen la información disponible. Usted tiene derecho a retractarse en cualquier momento previo a la anestesia y se lo informará, de nuevo, de las posibles consecuencias si no se realiza la cirugía.
Podrían pedirle que consintiera también en otras cuestiones como puede ser la realización de un estudio, la presa de muestras o imágenes o la consulta de su historia clínica. Si es el caso, se lo explicarán específicamente.
Las pruebas deben haberse realizado, generalmente, dentro de los 6 meses previos a la cirugía con un máximo de un año. Las pruebas que le realizarán para la intervención son:
Análisis de sangre. Le harán una analítica básica en la que seguramente se pedirá:
- Hemograma. los tres parámetros más importantes son:
- Hemoglobina (medida indirecta de los glóbulos rojos): sirve para comprobar que no esté anémico antes de someterse a una cirugía en la que se pueden producir pérdidas sanguíneas.
- Leucocitos (conocidos como glóbulos blancos): sirve para comprobar que tiene un correcto nivel de defensas (no deben estar por debajo de los valores normales) y para descartar que no haya ningún proceso infeccioso (no deben estar por encima de los valores normales).
- Plaquetas: participan en el proceso de la coagulación y ayudan a reparar los vasos sanguíneos cuando se lesionan para evitar el sangrado.
- Coagulación: sirve para comprobar que los distintos factores que intervienen en la coagulación funcionan correctamente. Estas pruebas pueden estar alteradas si se toma tratamientos anticoagulantes (por ejemplo, sintrom®) o si se tiene una función hepática incorrecta
- Bioquímica: se solicitarán algunos parámetros para ver la función renal, enzimas hepáticas, iones como el sodio y el potasio y la glicemia. Dado que se suele pedir la glicemia, es conveniente realizar la analítica en ayunas
Radiografía de tórax. Se realiza para evaluar:
El pulmón y la pleura.
El corazón.
Electrocardiograma: Permite comprobar el ritmo cardíaco y descartar distintos tipos de arritmia.
Pruebas específicas, si tiene otras enfermedades
Con los resultados de las pruebas preoperatorias se le programará una visita con el anestesiólogo para comprobar que todo está correcto antes de la cirugía.
Plan de la visita:
Realizar un documento preoperatorio en el que se recoge:
- Las alergias a medicamentos, alimentos o sustancias como el látex. Aporte los informes que tenga si se las han estudiado.
- Los hábitos tóxicos: si fuma, bebe alcohol o consume drogas. Es aconsejable dejar estos hábitos en las 4 semanas previas a la intervención y completamente mínimo 10 días previos a operarse, ya que disminuye el riesgo de complicaciones.
- Los antecedentes patológicos: todas las enfermedades que padece o haya sufrido.
- Los antecedentes quirúrgicos: los tipos de cirugía y anestesia que le han realizado previamente y si ha habido algún problema. En este momento es importante que explique si ha presentado vómitos o náuseas postoperatorios o si es una persona que se marea con facilidad. Es muy poco frecuente vomitar en el postoperatorio, pero en algún caso puede ocurrir y es preferible avisar a su anestesiólogo para que le administre fármacos especiales preventivos para las náuseas y vómitos.
- La medicación habitual que se toma: es frecuente que su anestesiólogo pueda visualizar esta medicación en el ordenador, pero en ocasiones no está actualizada, así que es recomendable llevar preparada la medicación que toma, el horario y la cantidad.
- Se recogerán los resultados de las pruebas complementarias previamente realizadas.
- Estudio de la vía aérea: le realizará una serie de pruebas, como abrir la boca, ponerse de lado o estirar el cuello hacia arriba. Esto se realiza para evaluar la facilidad o no de colocar el tubo orotraqueal necesario para respirar durante una anestesia general.
- Le preguntarán su peso, su talla y la edad para realizar los cálculos de las dosis de los diferentes fármacos que se administran para realizar una anestesia.
Se le explicarán los diferentes tipos de anestesia que pueden realizarle: en el caso de la gastrectomía, es necesaria una anestesia general. También puede realizarse algún tipo de bloqueo nervioso para disminuir el dolor en el postoperatorio. Tenga en cuenta que normalmente le atenderán diferentes anestesiólogos; uno para realizar el preoperatorio y otro que le anestesiará en quirófano. Este segundo será quien tomará la decisión última del tipo de anestesia a realizar.
Le darán un consentimiento informado específico según el cual acepta ser anestesiado: seguramente previamente, también haya firmado el consentimiento según el cual acepta la cirugía que le van a realizar.
En función de la medicación que tome, se le darán unas pautas si hay alguna medicación que deba dejar previamente: Algunos de los fármacos que suelen suspenderse son anticoagulantes y/o antiagregantes como el sintrom®, Pradaxa®, xarelto®, plavix® , adiro® (este último, a veces no se suspende)... Es importante que esta medicación la suspenda exactamente como le recomiende su anestesiólogo, ya que esto hará que no tenga riesgo de sangrado excesivo durante la cirugía ni de formar trombas ( coágulos) en los vasos sanguíneos que le pueden ser perjudiciales.
Le explicarán el ayuno previo que debe realizar: generalmente, se recomienda no tomar nada sólido durante las 6 horas previas a la cirugía. En algunos casos sí puede tomar su medicación habitual con un trago pequeño de agua, si es que así se lo indican.
Usted puede tener anemia (falta de hierro) en el momento del diagnóstico, como consecuencia de su enfermedad o por otras razones crónicas. En caso de que su análisis de sangre muestre anemia, es posible que necesite distintos tratamientos para mejorar su condición antes de la cirugía. El tratamiento puede ser oral o intravenoso. En caso de que necesite tratamiento de hierro intravenoso, se realizará de forma ambulatoria en el Hospital de Día.