Preoperatorio
Los pulmones son órganos parejos pertenecientes al sistema respiratorio, la principal función del cual es la oxigenación y la ventilación.
Los pulmones forman parte del aparato respiratorio. Están situados dentro del tórax, protegidos por las costillas, y a ambos lados del corazón. Son vacíos y están cubiertos por una doble membrana lubricada llamada pleura (que evita que froten directamente con la pared interna de la caja torácica). Debajo suyo, hay el diafragma, que separa la cavidad torácica de la cavidad abdominal.
Rodeando el pulmón hay esta doble membrana: una membrana muy fina que le decimos pleura visceral y la que recubre la capa interna de la pared torácica se le denomina pleural parietal. En estas dos pleuras que se frotan, cuando hay un tumor se produce un exceso de líquido debido a una diferencia de presiones e inflamación y lo denominamos embalse pleural.
¿Qué es un embalse pleural?
El embalse pleural es una consecuencia de la progresión del cáncer de pulmón o del cáncer de mama, entre otras que limita la expansión de los pulmones y provoca una sensación de ahogo, tos seca y dolor tipo pinchada.
Determinados tipo de cánceres pueden provocar un embalse pleural maligna que los obliga a acudir a urgencias de forma repetida para drenar este líquido pleural con un procedimiento que se llama toracocentesis evacuadora para drenarlo y evitar los síntomas tan molestos que experimentan.
Esta acumulación repetida de líquido pleural es una limitación importante en la calidad de vida del paciente, puesto que requieren vaciamientos bastante frecuentes de este líquido con los riesgos asociados que hay.
¿En que consiste una toracoscopia diagnóstica con o sin talcaje?
Consiste en la evacuación completa del líquido pleural (generado entre estas dos membranas) y obtener muestras por su diagnóstico, puesto que es un líquido que ha estado en contacto con el tumor por lo tanto nos ayuda a obtener una anatomía patológica muy concreta. Tomar biopsias múltiples y más dirigías.
Y en esta cavidad inyectar talco para que quede distribuido por forma homogénea por toda y se introducirá un drenaje para acabar de retirar todo el líquido que se pueda producir. Con los días estas dos membranas quedarán unidas y se dejará de producir líquido de forma recurrente.
En el supuesto de que no se enganchen las dos membranas es probable que se coloque un dispositivo pleural llamado Drainaport para favorecer el drenado de este líquido del pulmón y evitar pinchar directamente el pulmón con una aguja.
¿Cuáles son los riesgos de la cirugía?
No éxito de la inyección de talco: Colocación de dispositivo Drainaport (si estas dos membranas no consiguen engancharse, es probable que se tenga que colocar un drenaje permanente).
Infección de la herida quirúrgica
Defunción. A pesar de que la mortalidad hoy en día es muy baja, no es inexistente. Sea por un estado de salud muy frágil o por complicaciones quirúrgicas, el riesgo de defunción existe, pero hay recursos disponibles para intentar evitarlo
Consentimiento informado
Usted tratará con el cirujano el motivo de la indicación de la intervención. En algunos casos, su problema puede presentar varias opciones y conjuntamente tendrán que decidir cuál es la más oportuna para usted. En otras ocasiones, puede haber una opción claramente necesaria para conseguir los objetivos del tratamiento y su cirujano se lo explicará para que usted pueda comprenderlo. Hay ocasiones en que tenemos muchas pruebas a favor de una decisión y otros en que los resultados esperables podan no ser tan conocidos. De acuerdo con el conocimiento científico que haya, su equipo y usted tomarán una decisión. También es importante saber que, a veces, la intervención puede tener una intención curativa a largo plazo (como puede ser el tratamiento de un cáncer de pulmón) mientras que, otros, el que se le ofrece es una posibilidad de mejora a pesar de saber que la corrección total del problema es difícil o que los resultados no perduran siempre en el tiempo.
El consentimiento informado es el derecho del paciente a ser informado específicamente del procedimiento quirúrgico que se le realizará teniendo en cuenta su situación personal. Le proporcionaremos información y respuestas a sus preguntas para que pueda evaluar los beneficios y los riesgos y consentir someterse a la cirugía planteada todo conocen la información disponible. Usted tiene derecho a retractarse en cualquier momento previo a la anestesia y se lo informará, de nuevo, de las consecuencias posibles si no se realiza la cirugía.
Podrían pedirle que consintiera también en otras cuestiones como puede ser la realización de un estudio, la presa de muestras o imágenes o la consulta de su historia clínica. De ser así, le explicarán específicamente.
Las pruebas se tienen que haber realizado, generalmente, dentro de los 6 meses previos a la cirugía con un máximo de un año. Las pruebas que le realizarán para la intervención son:
Análisis de sangre. Le harán una analítica básica en que seguramente se pedirá:
- Hemograma. Los tres parámetros más importantes son
- Hemoglobina (medida indirecta de los glóbulos rojos). Sirve para comprobar que no esté anémico antes de someterse a una cirugía en que se pueden producir pérdidas sanguíneas
- Leucocitos (conocidos como glóbulos blancos). Sirve para comprobar que tiene un correcto nivel de defensas (no tienen que estar por debajo de los valores normales) y para descartar que no haya ningún proceso infeccioso (no tienen que estar por encima de los valores normales)
- Plaquetas. Participan en el proceso de la coagulación y ayudan a reparar los vasos sanguíneos cuando se lesionan para evitar el sangrado
- Coagulación. Sirve para comprobar que los diferentes factores que intervienen en la coagulación funcionan correctamente. Estas pruebas pueden estar alteradas si se toma tratamientos anticoagulantes (por ejemplo, Sintrom®) o si se tiene una incorrecta función hepática
- Bioquímica. Se solicitarán algunos parámetros para ver la función renal, enzimas hepáticas, iones como el sodio y el potasio y la glicemia. Dado que se suele pedir la glicemia, es conveniente realizar la analítica en ayunas
Radiografía de tórax. Se realiza para evaluar
- El pulmón y la pleura
- El corazón
Electrocardiograma. Permite comprobar el ritmo cardíaco y descartar diferentes tipos de arritmia.
Broncoscopia. Al paciente se le realizará una broncoscopia unas semanas antes de la cirugía.
Con los resultados de las pruebas preoperatorias y después de la visita con enfermería se le programará una visita con el anestesiólogo para comprobar que todo está correcto antes de la cirugía.
Plan de la visita:
- Realizar un documento preoperatorio en el cual se recoge:
- Las alergias a medicamentos, a alimentos o a sustancias como el látex. Aporte los informes que tenga si se las han estudiado.
- Los hábitos tóxicos. Es decir, si fuma, si bebe alcohol o si consume drogas. Es aconsejable dejar estos hábitos en las 4 semanas previas a la intervención y completamente mínimo 10 días previos a operarse, puesto que esto disminuye el riesgo de complicaciones.
- Los antecedentes patológicos. Es decir, todas las enfermedades que sufra o haya sufrido.
- Los antecedentes quirúrgicos. Es decir, los tipos de cirugía y anestesia que le han realizado previamente y si ha habido ningún problema. En este momento es importante que explique si ha presentado vómitos o náuseas postoperatorios o si es una persona que se marea con facilidad. Es muy poco frecuente vomitar en el postoperatorio, pero en algún caso puede pasar y es preferible avisar su anestesiólogo porque le administre fármacos especiales preventivos para las náuseas y vómitos.
- La medicación habitual que se toma. Es frecuente que su anestesiólogo pueda visualizar esta medicación al ordenador, pero a veces no está actualizada así que es recomendable llevar preparada la medicación que toma, el horario y la cantidad.
- Se recogerán los resultados de las pruebas complementarias realizadas previamente.
- Estudio de la vía aérea. Le hará una serie de pruebas, como por ejemplo abrir la boca, ponerse de lado o estirar el cuello hacia arriba. Esto se realiza para evaluar la facilidad o no de colocar el tubo orotraqueal necesario para hacerlo respirar durante una anestesia general.
- Le preguntarán su peso, su talla y la edad para realizar los cálculos de las dosis de los diferentes fármacos que se administran para hacer una anestesia.
- Se le explicarán los diferentes tipos de anestesia que le pueden realizar. En el caso de la resección pulmonar es necesaria una anestesia general. También se puede realizar algún tipo de bloqueo nervioso para disminuir el dolor en el postoperatorio. Tenga en cuenta que normalmente no suele ser el mismo el anestesiólogo que le realiza el preoperatorio y el anestesiólogo que lo anestesia a quirófano. Este segundo será quien tomará la decisión última del tipo de anestesia a realizar.
- Le darán un consentimiento informado específico segundos el cual acepta ser anestesiado. Seguramente previamente, también haya firmado el consentimiento según el cual acepta la cirugía que le realizarán.
- En función de la medicación que tome, se le darán unas pautas si hay alguna medicación que tenga que dejar previamente. Algunos de los fármacos que se suelen suspender son anticoagulantes y/o antiagregantes como el Sintrom®, Pradaxa®, Xarelto®, Plavix®, Adiro® (este último, a veces no se suspende)... Es importante que esta medicación la suspenda exactamente como le recomiende su anestesiólogo, puesto que esto hará que no tenga riesgo de sangrado excesivo durante la cirugía, pero tampoco de formar trombas (coágulos) a los vasos sanguíneos que le pueden ser perjudiciales.
- Le explicarán el ayuno previo que tiene que hacer. Generalmente, se recomienda no tomar nada sólido durante las 8 horas previas a la cirugía. En algunos casos sí que puede tomar su medicación habitual con un trago pequeño de agua, si es que así se lo indican.
- Resolución de dudas que pueda tener