Preoperatorio
Los riñones son dos órganos situados en la espalda, debajo de las últimas costillas. Su función principal es filtrar la sangre y eliminar el exceso de toxinas y líquidos por medio de la orina. Además producen hormonas y vitaminas.
Cuando los riñones pierden su función de filtrado, son necesarios tratamientos que puedan suplirla para que la persona pueda seguir viviendo. La mejor opción de tratamiento es el trasplante renal.
El Trasplante de Riñón ofrece:
- Mejor calidad de vida para el paciente y su familia
- Independencia de un tratamiento de diálisis
- Menos restricciones en la alimentación
- Menor gasto económico
- Menor incidencia de complicaciones y de mortalidad
Hay dos tipos de donantes de riñón:
El Trasplante de riñón de donante muerto:
La persona que necesita un riñón recibe a este órgano de un donante que ha muerto por alguna circunstancia y que él, en vida, y/o su familia, ha decidido, voluntariamente, dar sus órganos.
Esto se produce siempre en estrictas condiciones de anonimato y ni el receptor ni la familia del donante difunto podrán conocerse nunca.
En este tipo de donación se evalúa la compatibilidad entre ambas personas para poder llevar a cabo el trasplante. También se garantiza que el órgano de la persona fallecida está en las mejores condiciones para poder ser trasplantado.
El Trasplante de riñón de donante vivo:
La persona que necesita un riñón lo recibe de algún familiar cercano o de un amigo que se ofrece voluntariamente y de forma desinteresada en realizar la donación.
Este tipo de trasplante es siempre la mejor opción porque puede realizarse de forma programada. Así se evita iniciar la diálisis y el estrés que supone la incertidumbre de no saber cuándo saldrá un donante difunto en la lista de espera.
Para este tipo de trasplante, además de realizar las pruebas necesarias en el receptor, también se tendrán que realizar pruebas a la persona que se ofrece a dar el riñón. Esto se hace para asegurar que esta persona que va a dar el órgano está bien de salud y que va a correr unos riesgos mínimos. Si en estas pruebas se detecta cualquier mínima contraindicación para la donación, esta persona no podrá ser donante y tendrán que estudiar otras opciones.
La mejor opción de tratamiento que puede tener una persona con Enfermedad Renal es un Trasplante de Riñón de un donante vivo. Según todos los estudios que se han realizado durante muchos años, esta opción es la que logra mejores resultados en todos los sentidos y aspectos analizados (funcionamiento del riñón trasplantado, calidad de vida, mejor supervivencia del receptor, recuperación, etc.).
En España, la compra o venta de órganos está penalizada por la ley y puede suponer graves consecuencias penales. La donación de un riñón debe ser un acto libre, informado y voluntario, de una persona sana hacia otra que lo necesita. Por eso no se puede presionar a nadie para que haga esta donación sin quererlo.
Además, es necesario saber que la persona que quiere dar un riñón deberá realizar unas pruebas y exámenes que garantizarán que está en condiciones óptimas de salud, de modo que, después de la donación, su vida podrá ser igual que antes.
Una vez que las pruebas determinan que la donación se puede llevar a cabo, un juez deberá autorizarla. Esto se tramita en el juzgado donde deben presentarse el/la donante y el equipo de profesionales responsables de la donación y del trasplante.
Si una persona con Enfermedad Renal no tiene posibilidad de recibir un riñón de un donante vivo, existe la posibilidad de entrar en la lista de espera para recibir un riñón de un donante que ha muerto.
Una vez planteada la idea de entrar en la lista de espera para Trasplante de Riñón de donante muerto, la persona candidata deberá superar una serie de pruebas y de visitas con diferentes especialistas que deciden que los riesgos que supone realizar el trasplante de riñón son mínimos y que los beneficios que se conseguirán serán mayores.

NEFROLOGÍA: tendrá una primera visita con un especialista de Nefrología de la unidad de trasplante renal, donde iniciará el proceso y se le indicará todo el proceso que deberá seguir incluyendo las visitas médicas y las pruebas necesarias. Algunas de las actuaciones concretas que se llevarán a cabo son:
- Estudio de la historia clínica y de los hábitos higiénico-dietéticos
- Grupo sanguíneo y estudio de anticuerpos
- Cribado de cáncer poblacional que incluye sangre oculta en heces, marcadores prostáticos (en caso de ser hombre), mamografía y evaluación ginecológica (en caso de ser mujer). Es probable que ya haya realizado esta detección en su centro de atención primaria, en la mayoría de los casos esta información será suficiente y sólo será necesario actualizarla.
- Estudio cardiológico: se evaluará el estado de su corazón mediante pruebas como son el electrocardiograma, una ecografía del corazón o una prueba de esfuerzo. En función de su situación médica se escogerá las pruebas diagnósticas más adecuadas. En caso de detectar alguna anomalía, un profesional de cardiología evaluará su riesgo individual por el trasplante.
UROLOGÍA: los urólogos son los cirujanos encargados de llevar a cabo el trasplante renal y forman parte de la Unidad de Trasplante renal. Se realizará una historia clínica y una exploración física completa, tan abdominal cono de extremidades inferiores para evaluar su situación. Habitualmente se pedirá una prueba de imagen, normalmente una TAC abdominal con contraste, por tener una correcta información de su situación vascular, crucial para decidir la mejor estrategia quirúrgica.




INFECCIOSAS Y MEDICINA PREVENTIVA: se realizará un cribado infeccioso y una evaluación de su respuesta inmunitaria ante diferentes bacterias y virus mediante análisis sanguíneo. Los médicos de infecciosas, microbiología y medicina preventiva realizarán las recomendaciones adecuadas para su situación.
ENFERMERA ESPECIALIZADA: le realizará una evaluación de la situación social, la fragilidad y la calidad de vida de cada paciente candidato y hará las derivaciones oportunas al nutricionista, el psicólogo y la trabajadora social.
ANESTESIOLOGÍA: el anestesiólogo le realizará una serie de preguntas y analizará los resultados de las pruebas preoperatorias. Le explicará el tipo de anestesia que se realizará que suele ser una anestesia general. También le ofrecerá firmar el consentimiento anestésico y resolverá las dudas que pueda tener. Si usted toma alguna medicación anticoagulante o antiagregante le explicará si necesita suspender esta medicación de forma preoperatoria.