Preoperatorio
Usted presenta una lesión al ovario que, por sus características, podría corresponder a una lesión maligna. Es conveniente extirparla i por este motivo se tiene que operar.
¿Qué es el ovario?
El ovario es el órgano reproductivo de la mujer, responsable de la formación de los óvulos y de la producción hormonal. Es un órgano bilateral (están localizados a cada lado del útero y conectados con él por las trompas de Falopio). El óvulo viaja a través de la trompa hasta la cavidad uterina. En caso de producirse un embarazo, lo hace en el trayecto dentro de la trompa y, una vez llega al útero, implanta a la cavidad.

¿Qué es una tumoración de ovario de alto riesgo?
En el ovario pueden aparecer múltiples lesiones tumorales. La mayoría de ellas son benignas, pero alguna puede corresponder a una lesión maligna o cáncer de ovario. A fin de ofrecer un tratamiento precoz, es importante detectar qué de estas lesiones pueden corresponder a un cáncer. Para conseguirlo, se hace un estudio mediante pruebas de imagen y marcadores tumorales en sangre. Las lesiones que finalmente son sospechosas, hay que extirparlas enteras porque no es aconsejable “biopsiar-las” o “romperlas”. Una vez extirpada, la lesión se analiza y obtenemos el diagnóstico definitivo.
La extirpación completa de un tumor ovárico de alto riesgo generalmente implica sacar el ovario afectado y la trompa, es decir, una anexectomía completa.
En caso de diagnóstico de benignidad, el tratamiento quirúrgico realizado es suficiente. En caso de malignidad, entraría en protocolo de estudio y tratamiento de cáncer de ovario.
Después de hacer el estudio de la lesión con las pruebas indicadas, el cirujano le explicará, de forma individualizada, las diferentes opciones de tratamiento y qué es la que mejor se adecua a su caso.
Para hacerlo, tendrá en cuenta las características de su patología y su estado de salud. También tendrá la oportunidad de resolver las dudas que pueda tener.
Es posible que el cirujano que lo visite a la consulta, el que le haga la operación o el que lo visite a la planta no sea el mismo. En cualquier caso, todos estos cirujanos son miembros del mismo equipo y comparten la información de su caso, tanto antes de la intervención como durante el ingreso.
Los temas que le explicarán serán los siguientes:
¿En que consiste el tratamiento quirúrgico?
El objetivo principal de la cirugía es extirpar (sacar) la tumoración totalmente. El procedimiento indicado es la anexectomía completa unilateral, es decir, extraer el ovario afectado y la trompa del mismo lado.
En función de la edad, se le propondrá una anexectomía bilateral: en mujeres en edad de menopausia cuando el ovario ya no tiene actividad la indicación habitual es extirpar ambos ovarios y trompas.


¿Cuáles son los tipos de abordajes quirúrgicos?
La cirugía se puede realizar mediante una laparotomía (abriendo el abdomen) o mediante técnicas de endoscopia o mínima invasión (sin abrir el abdomen), en este último caso con laparoscopia convencional.
- Laparoscopia: en la mayoría de los casos, es factible la vía laparoscópica o de mínima invasión. Los órganos extirpados se introducen dentro de una bolsa cerrada y, a través de una pequeña incisión a la pared abdominal (habitualmente no superior a 3-4 cm), se extraen. Algunas veces es necesario “trocear” el tumor (siempre dentro de la bolsa) para extraerlo. El hecho de no abrir el abdomen permite una recuperación muy rápida, con alta hospitalaria en menos de 24 horas y, prácticamente, sin dolor.

- Cirugía abierta/laparotomía: a veces la vía endoscópica no es factible. La situación más habitual son los tumores de gran volumen (más de 20 cm); otras situaciones pueden ser cirugías previas con síndromes adherenciales. En estos casos, hay que hacer una laparotomía, más o menos grande en función de las medidas del tumor. Dada la mayor “agresividad” de la laparotomía, en general se envía el tumor para hacer un análisis anatomopatológico intraoperatorio y, en caso de confirmarse la malignidad, poder completar los procedimientos quirúrgicos necesarios en el mismo acto.

El postoperatorio de una laparotomía requiere un buen control del dolor y de la función intestinal y urinaria. Los días de ingreso hospitalario oscilan, habitualmente, entre 2-4 días, en función de la paciente y de la medida de la herida quirúrgica.
¿Cuáles son los riesgos de la cirugía?
Es una cirugía mayor con riesgos moderados. Además de los riesgos propios del procedimiento se tienen que añadir los riesgos derivados de la patología propia de cada paciente. Los más frecuentes son:
- Sangrado/hemorragia. En caso de hemorragia importado puede requerirse una transfusión de sangre.
- Lesión de órganos abdominales (tripa, vejiga urinaria, uréteres). Puede ser necesaria una segunda cirugía para su reparación.
- Infección de herida o heridas.
- Infección del trato urinario (cistitis, pielonefritis).
- Coágulo a las venas (trombosis), que se prevé con medicación protectora (heparina).
- Neumonía-infección pulmonar.
- Defunción.
Consentimiento informado
Usted tratará con el cirujano el motivo de la indicación de la intervención. En algunos casos, su problema puede presentar varias opciones y conjuntamente tendrán que decidir cuál es la más oportuna para usted. En otras ocasiones, puede haber una opción claramente necesaria para conseguir los objetivos del tratamiento y su cirujano se lo explicará para que usted pueda comprenderlo. Hay ocasiones en que tenemos muchas pruebas a favor de una decisión y otros en que los resultados esperables podan no ser tan conocidos. De acuerdo con el conocimiento científico que haya, su equipo y usted tomarán una decisión.
El consentimiento informado es el derecho del paciente a ser informado específicamente del procedimiento quirúrgico que se le realizará teniendo en cuenta su situación personal. Le proporcionaremos información y respuestas a sus preguntas para que pueda evaluar los beneficios y los riesgos y consentir someterse a la cirugía planteada todo conocen la información disponible. Usted tiene derecho a retractarse en cualquier momento previo a la anestesia y se lo informará, de nuevo, de las consecuencias posibles si no se realiza la cirugía.
Podrían pedirle que consintiera también en otras cuestiones como puede ser la realización de un estudio, la presa de muestras o imágenes o la consulta de su historia clínica. De ser así, le explicarán específicamente.
Las pruebas que le realizarán para la intervención son:
Análisis de sangre. Le harán una analítica básica en que seguramente se pedirá:
- Hemograma. Los tres parámetros más importantes son:
- Hemoglobina (medida indirecta de los glóbulos rojos). Sirve para comprobar que no esté anémico antes de someterse a una cirugía en que se pueden producir pérdidas sanguíneas.
- Leucocitos (conocidos como glóbulos blancos). Sirve para comprobar que tiene un correcto nivel de defensas (no tienen que estar por debajo de los valores normales) y para descartar que no haya ningún proceso infeccioso (no tienen que estar por encima de los valores normales).
- Plaquetas. Participan en el proceso de la coagulación y ayudan a reparar los vasos sanguíneos cuando se lesionan para evitar el sangrado.
- Coagulación. Sirve para comprobar que los diferentes factores que intervienen en la coagulación funcionan correctamente. Estas pruebas pueden estar alteradas si se toma tratamientos anticoagulantes (por ejemplo, sintrom®) o si se tiene una incorrecta función hepática.
- Bioquímica. Se solicitarán algunos parámetros para ver la función renal, enzimas hepáticas, iones como el sodio y el potasio y la glucemia. Dado que se suele pedir la glucemia, es conveniente realizar la analítica en ayunas.
Radiografía de tórax. Se realiza para evaluar:
- El pulmón y la pleura
- El corazón
Electrocardiograma. Permite comprobar el ritmo cardíaco y descartar diferentes tipos de arritmia.
Pruebas específicas: ya sea por el estudio de la enfermedad o por necesidad derivada de patología previa/asociada del paciente, se pedirán las pruebas que se consideren adecuadas.
ERAS (Programa de recuperación rápida): usted entrará en un programa de preparación para la cirugía. El objetivo es prepararla adecuadamente y contar con su colaboración para conseguir el mejor resultado quirúrgico y una incorporación en la vida habitual rápida y satisfactoria.
La persona responsable de hacer la valoración y dirigirla en el programa es la enfermera clínica de Ginecología.
Cómo ha visto al video, su participación en la preparación tiene un papel fundamental en la hora de tener una buena recuperación.
Plan de la visita:
- Revisar que se han hecho todas las pruebas preoperatorias necesarias.
- Explicarle cómo transcurrirá el ingreso en caso de que, como esperamos, no presente ninguna complicación
- Realización una serie de preguntas que nos servirán para detectar qué aspectos son más importantes a trabajar con usted para que su preparación y recuperación posterior sean un éxito. Detección de posibles dificultades en el postoperatorio a casa por falta de apoyo adecuado y activación de los circuitos disponibles.
- Resolución de dudas sobre su enfermedad o el proceso de hospitalización
- En caso de que le tengan que realizar un estoma, una enfermera especialista le dará todas las explicaciones adecuadas y le enseñará a convivir con un estoma temporal o permanente. También le dará recomendaciones sobre las curas necesarias.
- Explicación de la PREHABILITACIÓN, es decir, como es debido que se prepare, en función de su situación personal, a tres niveles (preparación física y nutricional).
¿Qué es la Prehabilitación?
La prehabilitación es un programa diseñado para mejorar la capacidad funcional de la paciente antes de la cirugía mediante la actuación a 3 aspectos: actividad física, adecuada nutrición y reducción del componente de ansiedad y frustración.
Preparación física:
Valoración del estado general y de forma física, respiratoria, presencia de anemia.
La evaluación física se realizará mediante un test de la marcha (si la visita puede ser presencial) o mediante unas preguntas (si la visita es telemática).
En ambos casos, se le ofrecerá un plan de entrenamiento ajustado a sus necesidades que tendrá que seguir hasta el día previo a la intervención quirúrgica. Consistirá a realizar ejercicio físico sin hacer sobreesfuerzos pero continuado. Se basará en actividades de flexibilidad, fuerza y respiración.
La enfermera que le haga el seguimiento le explicará el tipo de ejercicio y su frecuencia. Además, posiblemente, lo visite un fisioterapeuta que le explicará las pautas de ejercicios de fisioterapia previos a una intervención de cirugía general. Este documento contiene información de de ejercicios respiratorios, de ejercicios activos con los brazos/piernas y, finalmente, información de cómo se tiene que movilizar.
- Pérdida de peso en los últimos meses (involuntaria)
- Índice de Massa *Corporal (relación entre peso y talla)
- Enfermedades agudas con que conviva en su proceso actual
Con los resultados de las pruebas preoperatorias y después de la visita con enfermería se le programará una visita con el anestesiólogo para comprobar que todo está correcto antes de la cirugía.
Plan de la visita:
Realizar un documento preoperatorio en el que se recogen:
- Las alergias a medicamentos, alimentos o sustancias como el látex. Aporte los informes que tenga si se las han estudiado.
- Los hábitos tóxicos. Es decir, si fuma, bebe alcohol o consume drogas. Es aconsejable dejar estos hábitos en las 4 semanas previas a la intervención y completamente mínimo 10 días previos a operarse, ya que disminuye el riesgo de complicaciones.
- Los antecedentes patológicos. Es decir, todas las enfermedades que padezca o haya sufrido.
- Los antecedentes quirúrgicos. Es decir, los tipos de cirugía y anestesia que le han realizado previamente y si ha habido algún problema. En este momento es importante que explique si ha presentado vómitos o náuseas postoperatorios o si es una persona que se marea con facilidad. Es muy poco frecuente vomitar en el postoperatorio, pero en algún caso puede ocurrir y es preferible avisar a su anestesiólogo para que le administre fármacos especiales preventivos para las náuseas y vómitos.
- La medicación habitual que se toma. Es frecuente que su anestesiólogo pueda visualizar esta medicación en el ordenador, pero en ocasiones no está actualizada así que es recomendable llevar preparada la medicación que toma, el horario y la cantidad.
- Se recogerán los resultados de las pruebas complementarias previamente realizadas.
- Estudio de la vía aérea. Le realizará una serie de pruebas, como abrir la boca, ponerse de lado o estirar el cuello hacia arriba. Esto se realiza para evaluar la facilidad o no de colocar el tubo orotraqueal necesario para respirar durante una anestesia general.
- Le preguntarán su peso, su talla y la edad para realizar los cálculos de las dosis de los diferentes fármacos que se administran para realizar una anestesia.
Se le explicarán los diferentes tipos de anestesia que le pueden realizar: En el caso de la colectomía es necesaria una anestesia general. También puede realizarse algún tipo de bloqueo nervioso para disminuir el dolor en el postoperatorio. Tenga en cuenta que normalmente no suele ser lo mismo el anestesiólogo que le realiza el preoperatorio y el anestesiólogo que la anestesia en quirófano. Este segundo será quien tomará la decisión última del tipo de anestesia a realizar.
Le darán un consentimiento informado específico según el cual acepta ser anestesiado: Seguramente previamente, también haya firmado el consentimiento según el cual acepta la cirugía que le van a realizar.
En función de la medicación que tome, se le darán unas pautas si hay alguna medicación que tenga que dejar previamente: Algunos de los fármacos que suelen suspenderse son anticoagulantes y/o antiagregantes como el sintrom®, Pradaxa®, xarelto®, plavix® , adiro® (este último, a veces no se suspende)... Es importante que esta medicación la suspenda exactamente como le recomiende su anestesiólogo, ya que esto hará que no tenga riesgo de sangrado excesivo durante la cirugía, pero tampoco de formar trombas (coágulos) en los vasos sanguíneos que le pueden ser perjudiciales.
Le explicarán el ayuno previo que debe realizar: Generalmente, se recomienda no tomar nada sólido durante las 6 horas previas a la cirugía. En algunos programas se le dará unos concentrados de glucosa (sugarmix®) que podrá tomar hasta 6 horas antes de su admisión en el hospital. En algunos casos sí puede tomar su medicación habitual con un trago pequeño de agua, si es que así se lo indican.
Durante este proceso, se resolverán también las dudas que pueda tener.